Penélope Cruz no solo es la primera actriz española en ganar un Óscar; su imagen, su trabajo y su vida en Estados Unidos, donde consiguió labrarse una carrera impensable para muchos, tanto fan, como detractores, le va a servir a la bellísima embajadora de la firma Viceroy para luchar contra la leucemia.
Según ha explicado a Efe la madrileña, elegantemente vestida con vestido-abrigo de cuadros y estilettos de tacón metálico, ambos de Chanel, solo por un proyecto como este, tan duro como “potente a nivel personal”, ha dicho a Efe, le merece la pena seguir trabajando, tras varios meses sin un día de descanso.
“No me asusta (trabajar con niños enfermos), sé que me moverá muchas cosas por dentro, pero la atención siempre estará puesta en el otro, en personas que están pasando por algo muy gordo. Nunca podría enfrentarme a esto preocupada por lo que me pueda afectar a mi”, aclara la actriz, única española ganadora de un Óscar.
“Y si me afecta -añade en una entrevista con Efe-, pues bienvenido sea, porque todavía me motivará más para hacer cosas así”.
Lo dice esta madre de dos niños pequeños, convencida de que “cuando esté con estos niños, luego no los voy a querer soltar”.
Actriz, madre y directora
Cruz se lanza de nuevo tras las cámaras, esta vez para dirigir un documental sobre la leucemia, donde los protagonistas serán niños enfermos, sus familias y sus médicos.
Nada que ver con sus anteriores trabajos de dirección, dos cortos realizados para la marca de lencería Agent Provocateur, donde los actores eran modelos de cuerpos esculturales.
Una apuesta de alguien que, como actriz, se ha enfrentado a la enfermedad y al dolor muchas veces, la última, en “ma ma”, de Julio Medem, nada menos que como enferma terminal de un cáncer de mama.
Cruz supo a través de Viceroy, la marca de la que es embajadora, de la existencia de la ONG “Uno entre cien mil” y de su pelea por conseguir fondos para la investigación del cáncer infantil.
“La leucemia es un 30% del cáncer infantil -con unos 300 casos diagnosticados al año solo en España- y hay muy pocos proyectos científicos que lo investiguen”, explica la actriz.
Así, Viceroy le propuso ir más allá de ser imagen de la firma y le dio “la oportunidad”, dice, de dirigir este documental “con total libertad”.
“Pronto empezaré a conocer a estos niños, algunos de los cuales ya han superado la enfermedad y otros que están en ello, a sus familiares, a los doctores, a los investigadores, y con eso -dice con brillo en los ojos- rodar y rodar, y que sean ellos los que cuenten al mundo lo que están pasando”.
Cruz ha explicado que se rodeará de un equipo reducido de profesionales porque su idea es “entrar en las casas de estas personas y su objetivo “crear un ambiente muy muy tranquilo para sean ellos los que cuenten lo que viven, lo que sienten. Será algo muy sencillo -apunta- a lo que daré forma después, en montaje”.
Por ahora, “cuantas más horas de rodaje, mejor. Pero lo primero es conocerlos, pasar muchas horas con estas familias”.
Tanto Daniel Martínez-Tessier, director de marketing de la firma relojera, que producirá el documental, como el presidente de la ONG José Carnero, coincidieron en destacar la “total” entrega de la actriz, que no cobrará en absoluto, y que únicamente les pidió “que le dejáramos emplear tiempo y trabajo para apoyar a esta fundación”, ha dicho.
Humildad y talento
El documental se estrenará en una “sala importante” y se acompañará de una fiesta-premier “como merece”, ha indicado a Efe Martínez-Tessier, al rededor de las fechas navideñas; después, probablemente se llevará a festivales.
“No tenemos límites, todo lo que consigamos será bienvenido, pero no es nuestro objetivo competir en un festival, salvo que eso nos de más visibilidad”, ha comentado el director de marketing de Viceroy.
“Un proyecto de investigación se pone en marcha a partir de 50.000 euros”, ha recordado la actriz, feliz de poder colaborar, ha dicho, con “esta fundación que se compromete a lanzar un proyecto cada año”.