De los cuatro compromisos que asumió durante su campaña el presidente Enrique Peña Nieto, el rescate del Bosque de Aragón, en la capital del país, es el que mayor avance registra.

 

Este proyecto, que tendrá un costo de 21 millones de pesos otorgados por la Comisión Nacional Forestal (Conafor), incluye la plantación de dos mil 500 árboles.

 

El rescate del Parque Ecológico Huayamilpas, también en el Distrito Federal, es otro de los 266 compromisos firmados ante notario. El proyecto que abarca 17 hectáreas tendrá un costo de 169 millones de pesos, según informó el jefe delegacional de Coyoacán, Mauricio Toledo Dicho, en junio al anunciar los trabajos.

 

Estos se prevé que concluyan el próximo año con el apoyo de la Conafor y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

 

Otro de los compromisos de campaña del actual mandatario es el saneamiento del Lago de Tequesquitengo, cuyo convenio fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 6 de marzo, que contará con una inversión de 200 millones de pesos y trabajos en coordinación por parte de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y el gobierno de Morelos.

 

Aunque hay diversos compromisos establecidos por ambas partes, dentro del convenio no se especifica cuándo estarían concluidos los trabajos de saneamiento.

 

Finalmente, el rescate de la zona de chinampas de Xochimilco, en la capital del país, es el compromiso de Peña Nieto en materia ecológica que no muestra ningún avance al momento.

 

Acuerdos verdes del pacto

 

Respecto a los compromisos ambientales asumidos por el gobierno federal con la firma del Pacto por México, un día después de que Enrique Peña Nieto asumió la Presidencia, hay algunos que presentan avances, otros que se han fijado una ruta y también están los que no presentan avances hasta el momento, aunque todos tienen como meta de culminación el segundo semestre de 2018.

 

Entre los acuerdos para el crecimiento económico, el empleo y la competitividad, en materia de desarrollo sustentable, destacan la transición hacia una economía baja en carbono y el mejoramiento en la gestión de residuos, ambos ratificados en la Estrategia Nacional de Cambio Climático, publicada en el Diario Oficial de la Federación en junio de 2013 y cuyos objetivos de reducción de emisiones están planteados para alcanzarse entre 10 y 40 años.

 

El Pacto estima un incremento en las coberturas de agua, drenaje y tratamiento, así como mayores obras para controlar inundaciones, por lo que en mayo pasado Peña Nieto anunció una inversión por 417 mil millones de pesos para realizar infraestructura hidráulica en todo el país en lo que resta del sexenio.

 

En cuanto a la atención de manera oportuna de las sequías, el gobierno implementó desde enero de 2013 un seguro para proteger a los productores agrícolas y ganaderos del país ante eventos “catastróficos”, con una cobertura de 10 millones de hectáreas de campos de cultivos, así como seis millones de cabezas de ganado, como una de las principales acciones.

 

No obstante hay compromisos que no presentan avances relevantes, como la utilización de agua de mar como fuente de abastecimiento con plantas desalinizadoras, propuesta que ya se había asentado en el Programa Nacional de Infraestructura 2007-2012, de la administración anterior, y cuya implementación está sujeta a una reforma a la Ley de Aguas Nacionales que al momento no se ha propuesto.

 

Respecto a una nueva Ley para Explotación Minera, cuya reforma se presentaría el primer semestre de 2013 y su implementación debería estar culminada el segundo semestre de este año, el avance es nulo.

 

Dicha legislación tiene como fin transformar la minería en una industria eficiente y socialmente responsable, revisar el esquema de concesiones y pagos de derechos federales vinculados a la producción, así como destinar los recursos emanados de estos derechos al beneficio directo de los municipios y comunidades donde se establezcan las explotaciones mineras, temas que no se han materializado a la fecha.