Derivado de la violencia, inseguridad y conflictos sociales de los últimos dos años, mil 100 empresas cerraron sus operaciones en Guerrero, informó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de la entidad, Fernando Meléndez.

 

“Una de las principales causas que provocaron la salida de empresas fue el tema de la inseguridad que se vio enfocado en todos los niveles, es por eso que algunos empresarios empezaron a irse de nuestro estado”, puntualizó el líder del CCE Guerrero.

 

Otro de los problemas que se suman a la de la inseguridad fue la deuda del gobierno estatal, que ocasionó que el Ejecutivo se quedara sin solvencia para gastar, lo que dejó en predicamentos a empresas locales que dependen de las compras gubernamentales.

 

Una de las zonas más afectadas es el centro, donde 500 empresas se mudaron a otros estados, según reveló el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), capítulo Chilpancingo, Jaime Nava.

 

“Desde hace dos años absolutamente ninguna franquicia ni alguna nueva tienda departamental ni nada que refleje un crecimiento ha llegado. Al contrario, hemos tenido una migración de 500 empresas que han tomado sus inversiones para llevárselas al estado de Querétaro, Morelos o Puebla, y algunos siguen controlando lo poco que tienen a control remoto”, dijo el líder de la Coparmex en Chilpancingo.

 

Nava añadió que las empresas que siguen abiertas están sufriendo por ventas, las cuales cayeron 60% durante el primer semestre de 2015, lo que provocó que los patrones tuvieran que despedir a 30% de la plantilla laboral, esto según números de la delegación federal de la Secretaría del Trabajo.

 

Ambos empresarios coincidieron que parte importante para solucionar la problemática es la actuación del gobierno en el orden público que de por si era frágil, se perdió después de la desaparición de los 43 normalistas el 26 de septiembre del año pasado.

 

“Derivado de lo que pasó en septiembre, ha pasado un fenómeno al que llamo anarquía social, donde ya todo mundo, desde un CENDI hasta un asilo, se manifiesta en las calles, estrangulando las dos vías de comunicación que tenemos en la ciudad. Si se cierra Chilpancingo se cierra la zona turística y se inhibe la inversión extranjera porque se da la sensación de peligro”, dijo Jaime Nava.

 

La situación es tal que algunos empresarios afines a la Coparmex piensan pedir al gobernador electo, Héctor Astudillo, que haga la solicitud formal a la Federación para que la Policía Federal tome la seguridad pública en Guerrero, ya que no ven soluciones por parte de las policías estatal y municipales.