Ante las críticas que han recibido de tiempo atrás los partidos políticos por su gasto excesivo, todas las reuniones plenarias de diputados y senadores se realizarán en la Ciudad de México.

 

No habrá viajes a ningún estado para “fortalecer’’ a tal o cual senador o gobernador; es más, los partidos políticos ni siquiera contratarán salones en los hoteles más “chic’’ de la ciudad, como solían hacerlo, sino que se quedarán en San Lázaro y en la Cámara de Senadores, respectivamente.

 

Las encerronas, previas al inicio del periodo ordinario de sesiones, el 1 de septiembre, servirán para marcar las agendas legislativas de sus grupos parlamentarios, contaminadas, sin duda, por el tema de la sucesión presidencial.

 

En el Senado los ojos están puestos en el tema de la elección del fiscal anticorrupción, en el que ni el PRI ni el PAN han querido ceder en sus posiciones.

 

Habrá que elegir a los magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa y al sucesor de Agustín Carstens en el Banco de México.

 

La oposición igualmente impulsará que haya una posición clara del Senado mexicano en el caso de Venezuela.

 

La agenda podría ser la misma para las tres principales fuerzas políticas en la Cámara alta, que primero deberán acordar quién se queda con la Presidencia y quién con la Junta de Coordinación Política, cargos que el PRI quiere para los suyos, contra la costumbre de sólo presidir uno.

 

En la Cámara baja, el tema de temas es sin duda la llamada Ley de Seguridad Interior, que ha sido negociada durante el receso y que según se dice tiene un avance ya de 80%.

 

A los diputados les corresponderá recibir el paquete económico el 8 de septiembre próximo, cuya discusión ya inició con la reunión que tuvieron los legisladores del PRI con el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, quien les adelantó que habrá un recorte de 80 mil millones de pesos.

 

Todos los partidos anuncian que llegarán al inicio de sesiones con una lista de buenas intenciones.

 

A ver cuántas cumplen.

 

 

Un experimento de cómo funcionaría el famoso Frente Amplio de Oposición que promueven el PAN y PRD podría darse en San Lázaro.

 

Jesús Zambrano, ex dirigente nacional del PRD y actual diputado federal, propuso la idea de que el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados concreten una alianza legislativa que les permita impulsar una agenda común y destrabar los temas pendientes.

 

Es una idea apenas, que a muchos seguramente puso en guardia.

 

No vaya a ser el chamuco.

 

 

Por cierto, los senadores del PAN realizarán su plenaria en la llamada Torre Azul, enfrente del Senado.

 

Acudirá la plana mayor, comenzando por el líder, Ricardo Anaya, y los gobernadores de Querétaro, Francisco Domínguez; de Durango, José Rosas Aispuro; de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca; de Chihuahua, Javier Corral; de Aguascalientes, Martín Orozco; de Quintana Roo, Carlos Joaquín, y de Puebla, Antonio Gali Fayad.

 

El anfitrión será desde luego el coordinador de la bancada, Fernando Herrera, que pese a sus detractores ha sacado bien su trabajo, calmó los ánimos divisionistas en la fracción y será reconocido por el propio Anaya.

 

caem