Paul Manafort, ex jefe de campaña del hoy presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viajó a España, México, Cuba y Panamá en 2016, dentro de los numerosos viajes que le han llevado a ser acusado de lavado de dinero en la investigación sobre la supuesta intromisión de Rusia en las elecciones de 2016.

 

Según un escrito de la Fiscalía, al que accedió hoy Efe, Manafort y el que fuera su “número dos” en la campaña de Trump, Rick Gates, crearon una “red de entidades y cuentas bancarias” en diferentes países para ocultar los ingresos que obtenían del ex presidente ucraniano Víktor Yanukóvich (2010-2014), vinculado a Moscú.

 

La Fiscalía cita las diferentes escapadas de Manafort al extranjero para mostrar que el acusado es un experimentado viajero que podría darse a la fuga en cualquier momento para escapar de los 12 cargos de los que le acusa el fiscal especial, Robert Mueller.

 

Mueller lidera una investigación sobre la supuesta injerencia de Rusia en los comicios estadounidenses de 2016 y los posibles lazos de la campaña de Trump con el Kremlin.

 

De esa forma, la Fiscalía indica que, en la última década, Manafort ha tramitado hasta diez solicitudes de pasaportes y, en la actualidad, tiene tres pasaportes estadounidenses con diferentes números.

 

Con esos pasaportes, en 2016, Manafort logró viajar a Dubái, Cancún, la capital de Panamá, La Habana, Madrid, Shanghái, Tokio y las islas Caimán, consideradas un paraíso fiscal.

 

Además, tanto Gates como Manafort viajaron a Chipre, donde los dos acusados escondían “muchas” de sus cuentas bancarias en el extranjero, según el escrito de la Fiscalía.

 

Los acusados usaron supuestamente esas cuentas opacas en el extranjero para ocultar el origen ilícito de hasta 75 millones de dólares, que obtuvieron principalmente del Gobierno prorruso de Ucrania y de otros oligarcas rusos, a los que ayudaron, por ejemplo, a mejorar su imagen en Estados Unidos.

 

Solo Manafort logró blanquear hasta 18 millones de dólares para comprarse lujosas propiedades en Nueva York, Virginia y Florida.

 

Además, en marzo de este año, el propio Manafort registró un número de teléfono y una cuenta de correo electrónico bajo un alias y usó ese dispositivo para viajar a Ecuador el 9 de mayo, a China el 23 de mayo y para realizar otro viaje a México en junio de este año, según figura en el escrito de la Fiscalía.

 

La Fiscalía pone de ejemplo todos estos viajes para pedir a una jueza de EE.UU. que mantenga en arresto domiciliario a Manafort y Gates para evitar que se fuguen.

 

La Fiscalía considera que el riesgo de fuga es muy alto porque ambos se enfrentan a “significativas sentencias” de varios años y, además, si huyen, podrían “vivir cómodamente” y acceder a grandes cantidades de dinero en diferentes países del mundo, como Rusia, debido a sus importantes conexiones.

 

Actualmente, Manafort y Gates solo pueden salir de sus casas para comparecer ante la corte, reunirse con su abogado, acudir a citas médicas o a actividades religiosas.

 

Los cargos en su contra se hicieron públicos este lunes y, acto seguido, una jueza de EE.UU. impuso una fianza de 10 millones de dólares para Manafort y de 5 millones de dólares Gates y les retiró el pasaporte.

 

El proceso en contra de Manafort y Gates es producto de la investigación que comenzó en mayo el fiscal especial Robert Mueller para examinar los posibles lazos entre miembros de la campaña del actual presidente y el Gobierno ruso, al que EE.UU. acusa de interferir a favor de Trump en las elecciones de 2016.

 

Los cargos en contra de Manafort y Gates no están relacionados con las actividades que llevaron a cabo para la campaña de Trump, pero revelan importantes lazos con Rusia entre 2006 y 2017, un periodo que se superpone con el trabajo de los dos sospechosos para la campaña presidencial.

 

Manafort se unió a la campaña en marzo de 2016 y la dirigió entre mayo y agosto, cuando tuvo que dimitir tras descubrirse que había recibido 12,7 millones de dólares por asesorar a Yanukovych.

 

En el caso de Gates, considerado el protegido de Manafort, siguió vinculado a la campaña y, tras las elecciones de noviembre, estuvo involucrado en la organización de los actos del traspaso de poder desde el expresidente Barack Obama a Trump. EFE

 

aarl