Alfredo Gutiérrez, paramédico de moto-ambulancia, adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) capitalina, se encontraba en el Eje Central y la calle 5 de Mayo, cuando recibió una alerta, a las 11:25 horas: un paciente del Hospital General Doctor Gaudencio González (La Raza), amenazaba con suicidarse.

 

Gutiérrez Márquez, de 44 años de edad, se trasladó al nosocomio, ubicado en Calzada Vallejo y Paseo de Las Jacarandas, delegación Azcapotzalco, donde le informaron que el sujeto se encontraba en el décimo piso, en el área de trasplantes.

 

El paramédico, que en septiembre próximo cumplirá 20 años de servicio en el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (Erum), afirmó, en una entrevista con 24 HORAS, que mientras subía por las escaleras hasta la habitación donde se encontraba el paciente, de 25 años, que amenazaba con arrojarse por la ventana, sólo pensaba en llegar a tiempo para salvaguardarlo.

 

“Cuando llegué a la habitación, observé que había muchos doctores, enfermeras y la esposa del paciente, quienes se veían consternados por la situación. En el piso había vidrios de la ventana que el hombre rompió”, relató.

 

Aseguró que alejó a todas las personas de la ventana, ya que sólo le trasmitían nervios y miedo. Posteriormente se subió a una silla, al lado de la ventana, para tener contacto visual y dialogar con el aquejado.

 

“Cuando hice vínculo con él, me dijo que tenía una deuda monetaria con una tienda departamental y que le acababan de trasplantar un riñón, y que sentía que los tratamientos que recibía en el hospital no eran los adecuados”, detalló.

 

Gutiérrez Márquez le indicó al paciente que tenía una vida por delante y que el trasplante había sido exitoso y que debía alegrarse de tener una segunda oportunidad de vivir.

 

Después de unos minutos de dialogar con el paciente, el paramédico disuadió al hombre de no arrojarse por la ventana, y éste descendió al interior de la habitación, donde enfermeros y elementos de seguridad priva del nosocomio lo trasladaron a una habitación sin ventanas, para continuar con su tratamiento y curar las heridas que se hizo al momento de romper el cristal.

 

El paramédico indicó que los doctores le mencionaron que el paciente sufrió una crisis nerviosa, con motivo del trasplante de riñón, órgano donado por su madre.

 

caem