Papa Francisco ordenó sacerdotes a 19 diáconos en la basílica de San Pedro y les recomendó a los nuevos clérigos que sus misas no sean aburridas.

 

Asimismo les pidió que sus homilías lleguen al corazón de las personas que asisten a escucharlos.

 

“Que sus misas no sean aburridas, que lleguen al corazón de la gente porque salen de nuestros corazones. Porque lo que se dice es lo que tenemos en el corazón.

 

Les explicó que el ejemplo es el que edifica las palabras porque las palabras pueden estar vacías e incluso hacer daños.

 

Por último, les dijo que cuando celebren misa no tengan prisa, porque es no un rito artificial.