CIUDAD DEL VATICANO. El Papa Francisco llamó hoy a no cerrar nunca la puerta de la reconciliación y del perdón, sino a buscar una solución que vaya más allá del mal y de las divergencias, abriendo cualquier posible vía de esperanza.

 

Aunque se cierra la Puerta Santa, permanece siempre abierta de par en par para nosotros la verdadera puerta de la misericordia, dijo ante decenas de miles de fieles católicos reunidos la Plaza de San Pedro.

 

Igualmente, el Papa Francisco convocó en este tiempo de misericordia a redescubrir el rostro joven “y hermoso” de la iglesia católica, que “resplandece” cuando es acogedora, libre, fiel, pobre en los medios y rica en el amor.

 

Al clausurar el Jubileo de la Misericordia, con el acto litúrgico de cierre de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, símbolo del perdón de los pecados de los fieles católicos y su redención ante el amor hacia el prójimo, Su Santidad convocó a renunciar a los hábitos y costumbres que pueden obstaculizar el servicio al Reino de Dios.

 

En la ceremonia, en la que participaron los 17 Cardenales recién creados, entre ellos el mexicano Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla, así como el pleno del Colegio Cardenalicio, el Papa Francisco planteó: estamos llamados a infundir esperanza y a dar oportunidad a los demás, pues sólo el amor ha vencido a los grandes enemigos: el pecado, la muerte y el miedo.

 

Con este acto cerró el también llamado Año de la Misericordia, iniciado el 8 de diciembre de 2015, cuando Francisco abrió la Puerta Santa, que pudieron cruzar unos 7 millones de fieles y turistas.

 

Ante una plaza de San Pedro particular y fervorosamente llena, Francisco recordó: “Dios no tiene memoria del pecado… y cree que es siempre posible volver a comenzar y levantarse de nuevo…”

 

De ahí el llamado a no buscar las seguridades gratificantes que ofrece el mundo, ni la fuerza de atracción del poder y del éxito … que se presenta como un camino fácil y rápido para difundir el Evangelio.

 

Jesús, explicó el Sumo Pontífice, en el Evangelio que escuchamos el día de hoy no se defiende, no trata de convencer, no hace una apología de su realeza, más bien sigue amando, perdona, vive el momento de la prueba … consciente de que el amor dará su fruto.