NAIROBI. El papa Francisco exigió hoy que los acuerdos que se alcancen en la próxima conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) aseguren un “mínimo” acceso a la atención sanitaria para todos, especialmente en los países pobres.

 

El pontífice realizó este llamamiento durante un discurso pronunciado en la sede de Naciones Unidas en Nairobi, ciudad que acogerá la citada cumbre entre el 15 y el 18 del próximo mes de diciembre.

 

Francisco también reclamó un mayor compromiso internacional contra el tráfico ilegal de diamantes, marfil y otros recursos naturales que alimentan la inestabilidad política y el terrorismo en África, continente que el papa visita estos días por primera vez.

 

“Expreso mi deseo de que las deliberaciones de la próxima conferencia de Nairobi no sean un simple equilibrio de intereses contrapuestos, sino un verdadero servicio al cuidado de la casa común y al desarrollo integral de las personas, especialmente de los más postergados”, subrayó.

 

El pontífice lamentó que todavía no se haya alcanzado “un sistema comercial internacional equitativo y totalmente al servicio de la lucha contra la pobreza y la exclusión”.

 

El papa se mostró especialmente preocupado por los acuerdos que en el seno de la cumbre de la OMC se alcanzarán en materia de cooperación al desarrollo y de asistencia sanitaria.

 

“Los tratados de libre comercio regionales sobre la protección de la propiedad intelectual, en particular en materia farmacéutica y de biotecnología (…) deberían ser un instrumento para asegurar un mínimo de atención sanitaria y de acceso a los remedios básicos para todos”, enfatizó.

 

Francisco defendió que las discusiones multilaterales den a los países más pobres “el tiempo, la elasticidad y las excepciones necesarias” para adaptarse a las normas comerciales de forma “no traumática”.

 

La integración de las economías a escala mundial no debería mermar “los sistemas de salud y de protección social”, sostuvo el papa, quien abogó también por redoblar esfuerzos en la lucha contra la malaria, la tuberculosis y otras enfermedades tropicales que diezman la población africana.

 

En el marco de las relaciones económicas entre Estados, el líder religioso reivindicó una mayor acción contra “los tráficos ilegales que crecen en un ambiente de pobreza” en el continente, donde el crimen organizado se ceba con su flora y fauna.

 

“También esta situación es un grito de los hombres y de la Tierra que tiene que ser escuchado por la comunidad internacional”, apostilló.

 

Tras oficiar una multitudinaria misa en Nairobi y visitar a los representantes de Naciones Unidas en la capital, el papa concluirá mañana su viaje a Kenia con una visita al barrio chabolista de Kangemi y un encuentro con jóvenes.