PANAMÁ. El gobierno panameño formuló cargos criminales a la tripulación del barco norcoreano retenido en un puerto del Caribe con una carga de componentes de misiles y otras armas cubanas ocultas debajo de miles de sacos de azúcar.

 

El fiscal primero de drogas del Ministerio Público, Javier Carballo, dijo a la prensa que las acusaciones son por el delito de atentar contra la seguridad colectiva del país, al transportar el material bélico sin declarar y de forma “ilegal”. Sus declaraciones se dieron mientras los agentes de seguridad del país seguían despejando los miles de sacos de azúcar de una de las bodegas de la embarcación, retenida en el puerto internacional de Manzanillo, en la caribeña provincia de Colón.

 

“Según la declaración de embarque, este barco solo llevaba 220 mil quintales de azúcar. Nunca declaró maquinaria bélica y obviamente esto de por sí ya constituye una violación a las normas y un grave peligro para el tránsito por el Canal de Panamá, amén de ello que el destino del barco es Norcorea, que (crea) una posible violación de las resoluciones de las Naciones Unidas a la prohibición de este país de transportar u obtener armamento bélico”.

 

La medida judicial significa que la tripulación deberá seguir detenida en Panamá mientras se desarrollan los trabajos para desembarcar los miles de sacos de azúcar y encontrar todo el material bélico en el buque y se da curso a las investigaciones correspondientes. A su vez, la acción de la fiscalía tiene lugar varias horas después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte dijo que Panamá debe liberar a la tripulación que fue arrestada cuando detuvieron al buque de carga porque no llevaba a bordo drogas o un cargamento ilegal.

 

“Las autoridades panameñas atacaron, de manera apresurada, y detuvieron al capitán y a la tripulación de la nave con el pretexto de que estaban llevando a cabo una ‘investigación sobre drogas’, y (luego) hicieron una requisa del buque pero no descubrieron ningún tipo de droga”, dijo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores que no fue identificado por la estatal agencia de noticias Central Coreana.

 

El gobierno de Corea del Norte señaló que “el cargamento no son más que viejas armas, que (Corea del Norte) envía de vuelta a Cuba tras reacondicionarlas, de acuerdo con un contrato legítimo”, y agregó que “las autoridades panameñas deben actuar para que los tripulantes del buque detenido y su tripulación sean liberados sin demora”.

 

Suspenden visas a funcionarios

 

El gobierno también anunció la noche del miércoles que un visado otorgado por la embajada de Panamá en La Habana a dos funcionarios norcoreanos basados en la isla caribeña para que viajaran a inspeccionar el barco y brindaran su versión de los hechos, no es válido porque se hizo sin las consultas del Ministerio Público, que lleva el caso. “Solo el Ministerio Público puede autorizar que ciudadanos de la República Popular de Corea realicen inspecciones al barco retenido; razón por la cual el documento solicitado en nuestra embajada con ese fin no es uno válido”, dijo la Presidencia en un comunicado.

 

Más temprano, el ministro de Seguridad Pública de Panamá, José Raúl Mulino, dijo que Cuba debió informar del viejo material de guerra que embarcó en un buque norcoreano que pretendía cruzar el canal interoceánico y por el cual la tripulación encaraba posibles cargos criminales.

 

Después de que el presidente Ricardo Martinelli anunciara la noche del lunes por su cuenta de Twitter la retención del barco y el descubrimiento de material bélico, el gobierno cubano informó un día después que el buque había zarpado de un muelle de la isla con 10 mil  toneladas del cristal moreno y 240 toneladas de “armamento defensivo obsoleto” para ser reparado y luego devuelto al país.

 

La isla caribeña expuso sus argumentos de defensa nacional y su “firme e irrevocable” compromiso con la paz, el desarme, incluso nuclear, y el derecho internacional.

 

“Cuba tiene el derecho de plantear, por supuesto, su posición y nosotros en eso no tenemos nada que opinar”, dijo Mulino, en una entrevista telefónica. Pero, “ciertamente, una carga por obsoleta que sea o por dañada que esté no se puede transportar internacionalmente a escondidas y mucho menos tratándose del tipo de carga que es”.

 

“Para transitar por cualquier mar del mundo, la carga que usted transporta, así sea desechos, tiene que declararse y no es ilegal y contrabando”, añadió. “Ese comunicado de Cuba lo que revela es que este no era un tránsito inocente”.

 

Ven otros delitos

 

Además, el ministro mencionó el hecho de que el barco norcoreano, identificado como “Chong Chon Gang” y fabricado a fines de la década de 1970, ha estado involucrado en otros hechos delictivos.

 

“Es decir, no es cualquier barco el que estamos viendo en la escena. Tampoco es un barco público, oficial, militar del gobierno norcoreano. Es un barco mercante que pretendía pasar por el Canal de Panamá con un conocimiento de embarque que no reflejaba todo lo que llevaba dentro, independientemente de que el mismo pueda violar o no normas o resoluciones de las Naciones Unidas”.

 

Uno de los dos contenedores que estaban escondidos por miles de sacos de azúcar y que llevaban dentro parte del material de guerra cubano fue sacado del buque el miércoles y colocado en un patio del puerto internacional de Manzanillo, en la provincia caribeña de Colón, donde está retenida la embarcación de bandera norcoreana, indicó Mulino. Agregó que cuatro furgones más fueron encontrados en esa misma bodega, aunque no especificó lo que contenían.

 

“Este barco fue cargado para que no pudiera ser descargado”, señaló. “El esfuerzo es enorme”.

 

La tripulación de 35 marinos norcoreanos sigue bajo custodia de las autoridades de seguridad en una antigua base militar de Estados Unidos en Colón y por órdenes de una fiscalía de drogas.

 

Mulino señaló que esperan la llegada de expertos de Estados Unidos, Reino Unido y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para la tarea de inspección técnica del armamento, y que está por determinarse “si el Consejo de Seguridad toma competencia en el caso”.

 

La retención del barco tiene lugar en momentos en que Corea del Norte enfrenta una prohibición de la ONU para importar y exportar armas pesadas y misiles tras sus recurrentes pruebas nucleares. Martinelli dijo el lunes que creía que el transporte del material bélico sin declarar era una violación internacional y que Panamá acataba las resoluciones de la ONU.

 

Un intercambio de información de inteligencia en el que habría participado Estados Unidos alertó hace una semana del tránsito del buque norcoreano y sobre las sospechas de que probablemente llevaba drogas, explicó Mulino.

 

Una vez que ingresó a aguas del Caribe panameño, los agentes del Servicio Nacional Aeronaval y antidrogas de este país intentaron abordar el buque para inspeccionarlo, pero se toparon con la resistencia de la tripulación.

 

“Creo que quedamos claro y entendemos perfectamente ahora por qué fue la actitud hostil y violenta de la tripulación y de su capitán”, explicó Mulino.

 

El fiscal de drogas Javier Carballo aseguró que después de que se logró abrir con acetileno el primer contenedor el lunes, el capitán del barco intentó suicidarse cortándose el cuello con una pequeña navaja dentro del baño. El capitán fue llevado a un hospital de la provincia de Colón en donde permaneció hospitalizado hasta el martes por la tarde.

 

Mulino aseguró que el vicecanciller cubano arribó el sábado a Panamá y le solicitó al presidente Martinelli la liberación del buque, en el único contacto que han tenido ambos gobiernos sobre el caso.