El diputado Juan Pablo Adame, urgió al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, corregir la licitación para adquirir las más de 10 millones de pantallas digitales restantes como parte de un programa social y evitar su venta, robo o empeño.

 

El presidente de la Comisión Especial de Agenda Digital y Tecnologías de la Información en la Cámara de Diputados consideró que el primer paso es crear un logotipo del programa que deberá sustituir al de “Mover a México”, estar visible en el bisel de la pantalla y no podrá removerse.

 

“Es urgente que la dependencia corrija las características que deben contener estos equipos para evitar su venta en el mercado negro”, agregó en entrevista.

 

Al carecer de un logotipo propio que lo distinga claramente como parte de un programa social, alertó, se fomentan prácticas ajenas a las que persigue el programa, como su venta, robo o empeño.

 

En opinión del panista la dependencia debe seguir el ejemplo que el secretario Emilio Chuayffet puso a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP) al corregir errores en la implementación de programas de transición a la educación digital.

 

Con esta acción se logró inhibir la venta, empeño y robo de laptops y tabletas que se distribuyeron entre alumnos de educación pública básica.

 

“Los legisladores del PAN insistimos en la necesidad de grabar en los equipos del programa implementado por la SEP el logotipo que distinguiera que formaba parte de esta política pública, para evitar la venta, empeño o robo de los equipos de cómputo”, expuso.

 

Hoy exigimos a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que haga lo mismo, que siga el ejemplo que el secretario Emilio Chuayffet impulsó para no pervertir este beneficio social”, enfatizó.

 

El legislador panista lamentó que las televisiones que se distribuyen entre la población, supuestamente de escasos recursos, sea vendida por los beneficiarios, tal y como reconoció el secretario de Desarrollo Social de Querétaro, Erik Osornio Medina.

 

Las teles, dijo, no sólo no cumplen con las características que se establecieron en el Programa de Transición a la Televisión Digital Terrestre publicado en el Diario Oficial de la Federación, para que puedan funcionar como una computadora, sino que ahora los beneficiarios las venden entre 300 y 500 pesos, debido a la falta de planeación de las autoridades, que ni siquiera condicionaron la existencia de un logotipo irremovible que inhibiera los usos distintos a los establecidos en el programa.

MG