LA RUANA, México.- Pelearon el pan de cada día en Estados Unidos hasta que la vida los regresó a Michoacán, unos deportados, otros por asuntos familiares o nostalgia de la tierra. Pero no imaginaron que en poco tiempo tomarían las armas para luchar por la supervivencia contra Los Caballeros Templarios.

 

Nueve de cada 10 miembros de las Autodefensas de esta aislada región conocida como Tierra Caliente que se rebeló contra el crimen organizado en seis municipios desde enero pasado, son ex migrantes o tienen parientes del otro lado de la frontera.

 

Hijos, hermanos o padres que sufren el golpeteo de la mafia que llegó desde la década de los años 70 para sembrar marihuana, primero y traficar cocaína después, y ahora fabricar drogas sintéticas, extorsionar y secuestrar, convirtiéndose prácticamente en un gobierno paralelo.

 

Primero La Familia Michoacana y después Los Caballeros Templarios se convirtieron en un cobrador de impuestos clandestino, aterrador y tenaz que a punta de fusiles, lanzagranadas, Uzi, AK-47, carabinas mini y pistolas de diversos calibres, obligó a la población a pagar todo tipo de cuotas: por sembrar limón, por criar ganado, por tener un vehículo o una casa, por ser estudiante, por ser alcalde y hasta por existir.

 

No escapó de la extorsión el “Programa 3X1”, en el que pedían hasta el 25% del total del presupuesto asignado a las comunidades para las obras, hasta que se cancelaron poco a poco. El estado recibía siete millones de dólares anuales para ese programa social.

 

También fueron extorsionados los pequeños negocios que abrieron los emigrantes de retorno o sus familias con las remesas.

 

“Exprimieron hasta el último peso que ahorramos del otro lado durante años”, resume Hipólito Mora, de 58 años, uno de los líderes de las Autodefensas que tomaron las armas en una decena de comunidades en imitación a las Policías Comunitarias indígenas locales (Cherán y Urapicho) y de Guerrero.

 

El gobierno negoció con ellos la presencia del Ejército en la zona para calmar las cosas, después de dos meses de tiroteos, más de 30 muertos y a cambio del desarme civil.

 

Pero los rebeldes no bajaron la guardia. Los rifles y fusiles los tienen a la mano, las maletas listas por si deben huir.

 

Templarios frenan el “Programa 3×1”

 

COALCOMÁN, México.- Hace cuatro años que el popular “Programa 3×1” para migrantes no opera en la mitad de los municipios de la Tierra Caliente en Michoacán. Lo frenó el crimen organizado, al exigir hasta 28 mil pesos por dejarlos hacer las obras.

 

La última que logró edificarse antes de que Los Caballeros Templarios codiciaran los ahorros de los mexicanos en Estados Unidos, fue una planta para saneamiento de aguas negras en este municipio de 10 mil habitantes que frenó enfermedades de piel y estómago que acosaban a los pobladores.

 

Las autoridades locales cuidan esta infraestructura como a la niña de sus ojos, excepto por las noches. El personal corre a sus casas, la potabilizadora se paraliza y la vertiente de tres ríos se contamina con 26 litros de residuos pestilentes que salen de las cloacas cada segundo, hasta que vuelve el día.

 

“No nos vamos a arriesgar a dar el mantenimiento si está en riesgo nuestra vida”, reconoce Alfonso Ramírez, director de Servicios Públicos municipales.

 

Muchos proyectos están detenidos con los siete millones de dólares asignados al “3×1” para 2013.

 

José Manuel Mireles, ex presidente de la Federación de Clubes “Casa Michoacán” y cerebro del grupo de autodefensas de Tepalcatepec, precisa que por las extorsiones se frenaron, desde 2009, alrededor de 30 proyectos de ese programa.

 

Quedaron estancados millones de dólares que los clubes de oriundos regionales iban a canalizar a Aguililla, Coalcomán, La Yerbabuena, Buena Vista y El Limón para pavimentación, drenaje, obras públicas y algunos proyectos productivos.

 

“(Entonces) nos faltó valor para enfrentarlos, pero ya no”, resume.

 

Y es que Mireles conoció de cerca la impunidad de Los Templarios, siendo médico de la clínica pública regional han atendido, desde octubre pasado, a 26 niñas de entre 11 y 13 años embarazadas por violación de presuntos sicarios.

 

“No eran más de 100 en todo el municipio y tenían sometidas a por lo menos 25 mil personas, entre ellas, varios cazadores entrenados en dos clubes deportivos que tenemos aquí. Al sacar esas cuentas decidimos que era momento de venadearlos”, explica.

 

La defensa se consolidó en mayo pasado. Los coalcomanenses se pusieron camisetas blancas, paliacates azules y salieron a corretear al enemigo con sus técnicas de caza de venado, pero con armas de alto poder.

 

Razones similares y otras más tuvo el alcalde de Coalcomán, Rafael García, para apoyar desde el movimiento de las autodefensas, pues cada año de ejercicio presupuestal, Coalcomán tenía que dar el 10% de los dineros etiquetados para obra pública a Los Templarios; es decir, alrededor de 2.3 millones de dólares.

 

“Los auditores del gobierno del estado lo sabían porque yo se los dije cuando cuestionaron el faltante”, sostiene el alcalde. “Era claro que hay muchas complicidades”.

 

MICHOACÁN EN CIFRAS

 

4.3 millones de habitantes

2 millones de michoacanos en EU

2,500 asesinatos al año en el estado

39 de los 113 municipios tienen presencia del crimen organizado: Los Caballeros Templarios, La Familia y Jalisco Nueva Generación

Primer productor de aguacate en México con 120 mil hectáreas que genera ganancias por 500 millones de pesos al año.

Segundo productor nacional de limón con 37,000 hectáreas, facturando anualmente más de 100 millones de pesos.

 

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