Los padres de familia de los 43 normalistas y estudiantes de Ayotzinapa expresaron su inconformidad por el hostigamiento y cercos por parte de las autoridades que sufre la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos.

 

A través de un comunicado tras el enfrentamiento de esta mañana entre los estudiantes y elementos antimotines, detallaron que las dos vías carreteras que conducen de Tixtla a Chilpancingo están bloqueadas por más de tres mil policías de distintas corporaciones que revisan a todos los automóviles que circulan y especialmente impiden el paso a los normalistas que acuden a protestar a un año de la desaparición de los 43 en Iguala.

 

Recordaron que este martes a las 7:00 horas estudiantes y los padres se trasladaban a la ciudad de Chilpancingopara realizar una marcha del punto conocido como el Caballito a la Alameda Granados Maldonado cuando en el túnel que se ubica en el paraje denominado Tierras Prietas fueron interceptados por más de mil policías de todas las corporaciones.

 

“De inmediato empezaron a lanzar gases lacrimógeno replegando violentamente a los estudiantes, padres y madres de familia, que se vieron obligados a abordar los autobuses y regresaron a la normal. Los saldos de la agresión son de diez estudiantes lesionados que reciben atención médica en la unidad de salud que se encuentra en la Normal Rural”, asegura el comunicado.

 

Condenaron el cerco policíaco que sufre la escuela, calificándolo como un atentado flagrante a la libertad de expresión, “es un derecho que tenemos de exigir verdad y justicia por el crimen deleznable de que fuimos objeto los días 26 y 27 de septiembre”, expresan.

 

“El Estado invierte más en contener a los normalistas rurales que exigen verdad y justicia por el crimen cometido por actores estatales contra nuestros compañeros que en revertir la inseguridad que viven los guerrerenses que son víctimas  de la extorsión, secuestro, homicidios”, continúa el texto, “para el Estado no fue suficiente desaparecer y matar a nuestros compañeros, ahora pretenden silenciarnos a todos. Impedir que nuestra voz y protesta resuene en las calles”.