Ismael Quintanilla, procurador de Tamaulipas, confirmó que los padres de los jóvenes estadunidenses desaparecidos confirmaron que entre los cuatro cuerpos hallados ejecutados la víspera en en un paraje ubicado rumbo a la playa al este de la ciudad de Matamoros, están los de sus tres hijos.

 

De acuerdo con le diario Mañana, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Tamaulipas confirmó que los cadáveres estaban quemados, con impactos de arma de fuego en los cráneos y en avanzado estado de putrefacción.

 

La cuarta víctima fue identificada como José Guadalupe Castañeda Benítez, de 32 años, residente del poblado El Empalme. Su madre adoptiva Martha Hernández señaló que era el novio de Erica Alvarado, quien fue detenido también por el supuesto cuerpo policial.

 

El procurador Quintanilla señaló que aún faltan por tener tener los resultados de las pruebas de ADN y las técnico científicas. Sin embargo

 

El miércoles cuatro cadáveres fueron encontrados en de la ciudad fronteriza, cerca del lugar donde desaparecieron los tres jóvenes originarios de Progreso, Texas, y una cuarta persona el 13 de octubre, hace más de dos semanas ya, cuando visitaban a su padre en México, reveló un funcionario estatal.

 

Fue el pasado lunes 27 de octubre que la madre de los jóvenes, Raquel Alvarado dijo que de acuerdo con testigos, individuos armados identificados como miembros del Grupo Hércules se llevaron a Erica, de 26 años; Alex, de 22; y José Ángel, de 21, todos de apellidos Alvarado Rivera, el 13 de octubre en El Control, una pequeña localidad cerca de la frontera con Texas, al oeste de Matamoros.

 

El Grupo Hércules, sospechoso de homicidio de las cuatro personas, entre ellas tres jóvenes estadunidenses, es la fuerza élite de Policía de Matamoros.

 

Leticia Salazar Vázquez, alcaldesa de Matamoros, aseguró que si el Grupo Hércules, unidad que la provee de seguridad, e incluso ella misma son requeridos por la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Tamaulipas, para resolver las desapariciones, están listos para cooperar a esclarecer los hechos y dar con su paradero.

 

De acuerdo con la madre Raquel, su hija Érica, a su vez madre de cuatro hijos de entre 3 y 9 años, condujo su Jeep Cherokee negro para cruzar la frontera el 12 de octubre y lo dejó en la casa de su padre en El Control.

 

Ella visitó allí a su novio y a la mañana siguiente llamó a sus hermanos para pedirles que llevaran el Cherokee a un restaurante de carretera donde la pareja estaba comiendo. Los tres hermanos planeaban regresar a Progreso juntos desde allí.

 

Cuando Alex y José Ángel Alvarado llegaron a recoger a su hermana, vieron a unos hombres “empujar a su hermana y su novio y golpearla”, dijo Raquel Alvarado. Los hermanos trataron de intervenir, dijeron testigos, pero se los llevaron con su hermana y el novio.

 

Los testigos dijeron que los hombres armados se identificaron como miembros del Grupo Hércules y viajaban en camiones de estilo militar. Ella dijo que los testigos vieron también a la policía federal de carreteras, “pero nadie hizo nada”. NS