Los pacientes que han superado el virus del ébola, como Teresa Romero, pueden hacer una vida normal, sin limitaciones ni prevenciones, ha asegurado a EFEsalud el doctor Javier Arranz, médico del grupo de enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc).

 

El doctor Arranz señala que la evolución de un enfermo de ébola una vez que ha superado esta patología depende de diversos factores, pero no tienen por qué quedar secuelas por la agresión del virus.

 

El primer factor, explica, es el estado inicial de salud del paciente antes de contagiarse, si tenía algún problema de base o alguna patología asociada, por ejemplo.

 

En el caso de Teresa Romero, señala el especialista, se partía de una buena salud, con una edad joven que permite “ser optimistas”.

 

El segundo factor, cómo ha afectado el virus al organismo, ya que en función de este elemento, la recuperación tras superar la enfermedad puede ser más o menos dilatada.

 

Los órganos que pueden verse más afectados son los pulmones, el hígado y los riñones.

 

“La situación de salida de un paciente de ébola depende de los órganos afectados”, señala Javier Arranz, quien precisa que en el caso de Romero, habrá que ver cómo evolucionan y recuperan sus pulmones, que se han visto más atacados.

 

En general, un enfermo de ébola puede sufrir daños renales y hepáticos, pero la capacidad de recuperación de estos órganos es buena, indica este experto.

 

El doctor Arranz expone que en personas que han superado la enfermedad se ha visto que, a pesar de una buena recuperación, a veces se mantienen, durante varios meses, dolores articulares, abdominales o musculares, que pueden ser intensos sin ser graves, pero sí molestos para la vida diaria, aunque, precisa, estos efectos también se dan en otras infecciones víricas.

 

En los varones que superan el ébola, sí hay una diferencia respecto a las mujeres.

 

Este experto recuerda que si bien el virus desaparece de los fluidos, se mantiene en el semen durante un periodo que puede oscilar entre ocho semanas y tres meses.

 

En este sentido, explica, “se recomienda abstenerse de tener relaciones sexuales o tenerlas con preservativo, aún sabiendo que no se ha comprobado el contagio por vía sexual de los varones curados; se aconseja a modo de prevención”.

 

En el caso de las mujeres, añade, los fluidos y secreciones vaginales quedan limpias y no es necesaria ninguna prevención; si la recuperación es total, sólo se debe hacer un control posterior del estado general como con otras infecciones.

 

El doctor Arranz pone el acento en otro aspecto, más psicológico que físico de un paciente que ha superado al ébola: la presión mediática que puede tener que afrontar, por ejemplo, Teresa Romero.

 

“Esto depende de la forma de ser de cada uno, pero tal vez se deba aprender a manejar y gestionar la presión mediática, y en esto la ayuda de los equipos de psicología y psiquiatría de salud mental del Carlos III pueden ayudarla mucho”, opina Javier Arranz.

 

También expone que un paciente que ha vencido al ébola no puede volver a contagiarse de esa misma especie del virus, pero precisa que hay cuatro especies más de virus, tres reconocidas que pueden afectar al ser humano.

 

GH