ANKARA. Un policía y un portero murieron hoy al explotar un coche bomba frente al Palacio de Justicia de Esmirna, en el oeste de Turquía, a lo que siguió un tiroteo en el que dos atacantes fueron abatidos por las fuerzas de seguridad, mientras las autoridades siguen buscando al autor del ataque yihadista de año nuevo en Estambul.

 

 
Las autoridades atribuyeron el atentado al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).

 

 

Ayer la policía detuvo a 40 personas de tres familias uigures que usaban pasaportes kirguizos y que supuestamente forman parte de las redes del Estado Islámico (Dáesh) en Turquía, facilitando el viaje de combatientes extranjeros a Siria. Tras difundir fotografías del sospechoso, la policía ha recibido un gran número de llamadas de ciudadanos que creen poder aportar pistas y ha realizado operaciones en diferentes provincias, pero sin llegar aún a un resultado concluyente. EFE