Para la víctima de agresión por parte de un escolta, el pasado viernes 11 de marzo todo iba de lo más normal. Había salido de un autolavado a bordo de su camioneta y se dirigía al hospital Salvador Zubirán de Nutrición para recoger a su madre que trabaja como enfermera. En el trayecto su vida dio un vuelco.

 

El asalto sucedió a las 14:40 horas cuando el agredido quedó en medio de una maniobra por parte de dos vehículos: un Ferrari rojo y otro vehículo blanco, donde viajaba el escolta.

 

A la altura de calle Martín de la Cruz, el auto blanco se le cierra por la izquierda y provoca que el denunciante gire a la derecha quedado en diagonal de frente a un puente peatonal. El guarura se baja y con insultos le exige que se baje, golpea la ventanilla, y una vez abajo, golpea al agredido y con lujo de violencia lo obliga a caminar hacia la acera.

 

De acuerdo con el video tomado por un testigo, bastaron 10 segundos para que el supuesto guardia bajara con golpes y empujones a Alberto, para después llevarlo a la banqueta y acorralado y bajo la amenaza de recibir un balazo continuó golpeándolo a puñetazos y patadas hasta dejarlo casi inconsciente.

 

Aunque ya no fue captado por el video aficionado, información recabada en la denuncia de la propia víctima, indica que Alberto Sentíes Palacios, dueño del Ferrari escoltado, y presunto jefe del agresor, le pide a su empleado subir al vehículo para continuar su camino, no sin antes extraer de la camioneta de la víctima dos teléfonos celulares, una tableta y 4 mil pesos en efectivo, para después darse a la fuga.