Un espectáculo circense en Ucrania transcurría sin dilaciones hasta que llegó el turno de que el gracioso oso pardo divirtiera al publico con algunas de sus gracias. El oso trabajaba bajo las ordenes de su entrenador, estaba boca arriba, cuando levanta la cabeza, algo ve en el publico que despierta su instinto asesino y se lanza como una flecha sobre su presa, su entrenador logra controlarlo pero enfurecido vuelve a lamzarse contra el público.

 

El ataque causó pánico en los asistentes que salieron corriendo del lugar para no convertirse en alimento del oso. Varios quedaron heridos.

 

Los responsables del circo inmediatamente lograron controlar al animal.

 

 

 

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