El robo de gasolina a través de la ordeña de ductos y el hurto de pipas del combustible en los estados de Guanajuato, Jalisco, Tamaulipas y Sinaloa, entre otros, se ha convertido en un gran negocio para organizaciones criminales, principalmente para los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa, delitos que van de la mano con un alto índice de impunidad y corrupción desde el año 2000.

 

De acuerdo con el reporte Situación actual y perspectivas sobre el robo de hidrocarburos en México 2015, elaborado por la consultora Etellekt, especializada en proyectos de planeación, seguridad, análisis de riesgo y comunicación, el robo de hidrocarburos a nivel nacional registró un repunte durante 2014, siendo las entidades de Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa, Guanajuato y Jalisco, donde en mayor medida se ha presentado el fenómeno.

 

Con base en estadísticas de Petróleos Mexicanos (Pemex), obtenidos vía transparencia por este diario, la localización de tomas clandestinas en el país se disparó más de 39% de 2012 a 2014, al pasar de 2 mil 612 a 3 mil 365 tomas clandestinas, mientras que en este 2015 la tendencia sigue al alza: de enero a marzo suman mil 097 tomas halladas a nivel nacional.

 

Según el documento, en el lapso de 2012 a marzo de 2015, cinco entidades concentraron la mayor incidencia de tomas clandestinas: Tamaulipas (1,590), Guanajuato (842), Tabasco (572), Puebla (787) y Jalisco (756). En total acumulan 4 mil 547.

 

El análisis hecho por Etellekt también señala que, con base en informes de la paraestatal, del año 2000 a marzo de 2015 fueron detectadas 14 mil 168 tomas clandestinas en todo el país, principalmente en los estados de Tamaulipas y Veracruz con 13%, Sinaloa con 11%, Guanajuato con 9%, Puebla, Jalisco y México con 7%, Nuevo León con 6%, Tabasco con 5% e Hidalgo con 4%.

 

Ordeña

 

Problema focalizado

 

En entrevista con 24 HORAS, Rubén Salazar, director general de Etellekt, aseguró que con base en el análisis y rastreo informativo que se realizó para la elaboración del informe se comprobó que se trata de un problema focalizado en zonas donde ciertas organizaciones criminales tienen control, debido a que 4 mil 894 de las tomas están concentradas en 15 municipios del país, lo cual representa el 37% del total en estos últimos 14 años y tres meses.

 

“Es un fenómeno delictivo que se está recrudeciendo, en 2014 Jalisco y Guanajuato fueron de las entidades donde repuntó. Un tema inédito, y que estamos analizando para determinar un porcentaje, es que sospechamos que mucho del desbasto de combustible en esos estados se debe a que el grupo (criminal) que allí domina emplea la gasolina como precursor en la elaboración de drogas sintéticas, un problema que se ha presentado en otros países como el caso de Colombia, donde las FARC se roban la gasolina para eso”.

 

Y es que precisamente el reporte de la consultora señala que -según información pública e información de las autoridades- la responsabilidad del Cártel de Jalisco Nueva Generación en el robo de combustible fue la causa por la que en Jalisco y Guanajuato se incrementara este delito, debido a la localización del “ducto estratégico” de Salamanca, así como en Veracruz, donde se ubica el ducto de Minatitlán, lo cual a su vez propició el alza de la incidencia a nivel nacional.

 

Según el estudio, los estados donde dicha organización criminal mantiene operaciones concentró el 42.8% de las 3 mil 635 tomas clandestinas localizadas en 2014. En ese mismo año se interpusieron 21 denuncias en contra de trabajadores de Pemex en Jalisco, señala como “el principal centro de operaciones del cártel, generando a su vez un alto índice de desabasto de gasolinas en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

 

Impunidad, el incentivo

 

Ante un panorama donde en la actual administración se ha superado el número de tomas clandestinas al de los dos sexenios anteriores, al sumar 8 mil 259 de 2013 a marzo de 2015 contra las 5 mil 909 de los 12 años previos, lo cual implica un incremento del 2,622% en los últimos 14 años, la impunidad y corrupción juegan un papel importante.

 

Para Rubén Salazar, el indicador de que sólo en 15 de las 141 denuncias que PEMEX presentó ante la Procuraduría General de la República contra empleados y ex empleados de la paraestatal acusados por robo de combustibles 2006 a 2014 se haya emitido una sentencia condenatoria, es parte esencial para que este delito siga en aumento.

 

“Desde 2000 no ha bajado pero en los últimos dos años ha crecido de manera espeluznante, y esto nos habla de una gran corrupción, de políticas públicas y de seguridad ineficientes porque esto es una cuestión de seguridad, de combate a la corrupción, es un problema grave dentro de las estructuras del gobierno federal, controles de confianza que no están claros, y una colusión que existe entre empleados y grupos criminales, o también altos grados de extorsión”, advirtió.

 

Sobre las 141 denuncias interpuestas fue en las entidades de Tabasco, Jalisco, Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León, Hidalgo y Sinaloa donde se concentraron el 81% de estas. “Hemos analizado cómo dejan el agujero donde se localiza un toma clandestina, y es evidentemente que la única manera en que una banda criminal conozca dónde se ubica la red de ductos, saber qué días y a qué hora no está fluyendo el combustible, porque sólo pueden perforar cuando no fluye, es que la empresa, gente de la misma empresa les proporcione la información. No hay otra manera”, sostuvo.