CARACAS. La oposición venezolana aseguró que el referéndum que impulsan para revocar al presidente Nicolás Maduro se puede celebrar este año tal y como ellos esperan, pese a que el Poder Electoral proyectó para el primer trimestre de 2017 la realización de la consulta.

 

En su programa de radio, El secretario ejecutivo de la alianza de partidos Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, aseguró que la MUD planteará en las próximas horas un camino “de protesta masiva” que está siendo definido por “todos los liderazgos” de la coalición luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobara unas condiciones para la siguiente fase del referendo que no cumplen todas las demandas de los opositores.

 

“Nosotros vamos a ganar y de manera democrática. Métanse eso en la cabeza, señores del gobierno”, agregó.

 

Por su parte, el representante de la MUD ante el CNE para los asuntos del referendo, Juan Carlos Caldera, reiteró a la emisora privada Unión Radio que “no es imposible” celebrar la consulta este año y afirmó que “el debate hoy es la fuerza nuestra para imponer el camino del revocatorio en 2016”.

 

En un comunicado, el CNE informó el miércoles de que la recolección de manifestaciones de voluntad, último requisito previo a la convocatoria del referendo, se llevará a cabo los días 26, 27 y 28 de octubre. Esta fase, que consiste en la recogida de apoyos equivalente a 20% de los inscritos en el censo electoral -unos cuatro millones de votantes- deberá darse en cada estado del país caribeño, lo que obliga a los opositores a lograr ese porcentaje de respaldo en cada una de las 24 entidades venezolanas.

 

La oposición demandaba que la circunscripción fuese nacional y no regional para calcular ese 20% y pedía además que el CNE instalase al menos 19 mil 500 máquinas captahuellos para captar esas voluntades en seis mil 500 centros de votación en todo el país. El Poder Electoral decidió a que se instalarán cinco 392 máquinas en mil 356 centros.
Ahora bien, las posibilidades de éxito de la MUD en esta fase estarán definidas por múltiples factores entre los que destaca, en primera medida, la movilización de los electores, seguido por la operatividad de los centros y la agilidad de quienes acudan a verificar sus huellas.