CARACAS. La oposición venezolana agrupada en la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD) entregó hoy un millón 850 mil firmas al Consejo Nacional Electoral (CNE) de ese país para pedir que se active el trámite para un referendo que revoque el mandato del presidente Nicolás Maduro.

 

De acuerdo con los detalles aportados por el secretario ejecutivo de la alianza de partidos, Jesús Torrealba, a través de Twitter, la oposición entregó a la autoridad electoral venezolana “80 cajas, cada una con dos mil 500 formularios, para un total de 200 mil planillas, contentivas de 1 millón 850 mil firmas”.

 

Las firmas, que constituyen una “manifestación de voluntad” de los venezolanos en favor del referendo, fueron recogidas por los opositores a menos de una semana de que el CNE aportara los formatos para colectarlas.

 

Asimismo, el CNE dará un nuevo plazo a los solicitantes para que esta vez entreguen una colección de firmas en favor del referendo equivalentes a al menos al 20% del padrón electoral, unos cuatro millones de firmas.

 

Canciller asegura que Carta Democrática es improcedente

 

La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, rechazó hoy la intervención que, a su juicio, ejerce “la derecha apátrida” al pretender solicitar a la Organización de Estados Americanos (OEA) la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, una petición que, aseguró, “no procede”.

 

“No es posible su activación (…) además de la profunda ignorancia que significa esta solicitud, lo único que quiere la derecha es la intervención de Venezuela”, dijo Rodríguez a periodistas desde la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores en Caracas.

 

La funcionaria venezolana aseguró que los opositores al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, “en lugar de querer el bien y el progreso del pueblo venezolano”, pretenden “la intervención y la sumisión” para “apoderarse de los recursos naturales de Venezuela”.

 

Para el parlamentario, no es necesario “que se expulse a Venezuela de la OEA” pero, dijo, es menester que “se sepa” que en el país caribeño “somos víctimas de violaciones de derechos humanos”.

 

La Carta Democrática, aprobada en 2001, tiene entre sus consecuencias la suspensión de un país del organismo, algo que solo ocurrió con el golpe de Estado en Honduras en 2009.

 

tpc