Hombres con armas largas, algunos sin uniforme ni autorización para ingresar a la zona de plataformas del Aeropuerto de la Ciudad de México, retuvieron un vuelo de Aeroméxico por más de dos horas. Causaron un daño económico y violentaron la “seguridad operacional” de la terminal aérea.

 

Los pasajeros del vuelo AM-695, procedentes de Caracas, Venezuela, interpusieron quejas, por el retraso que sufrieron, los actitud abusiva de los agentes y porque sus maletas fueron colocadas a un costado del avión para ser revisadas sin seguir los protocolos oficiales.

 

Eran alrededor de las 13:17 horas del pasado sábado, cuando policías federales y personal del Servicio de Administración Tributaria (SAT) comenzaron a revisar el equipaje del vuelo que llegaba de Venezuela, considerado por las autoridades aeroportuarias uno de los países sensibles y que se deben revisar con mayor detalle por el tráfico de drogas e indocumentados, pero esa revisión se hace de forma coordinada.

 

Pero esta vez, los agentes federales no se identificaron y demoraron en revisar las maletas hasta pasadas las tres de la tarde, es decir dos horas después, debido a que no se ponían de acuerdo en quién revisaba primero.

 

En ese tiempo, los agentes no permitieron al personal de Aeroméxico tener acceso al equipaje, a pesar de que es la aerolínea que responde por los daños y pérdidas que puedan suscitarse del mismo, por lo que debe supervisar cualquier operación que se lleve a cabo.

 

De acuerdo a los testimonios recabados por 24 HORAS, los agentes no contaban con el chaleco requerido para ingresar a plataforma ni con identificación aeroportuaria.

 

Sin respetar ninguno de los mecanismos de seguridad de la terminal aérea, los pasajeros relataron que unos 10 agentes corrieron, desde el hangar de la Policía Federal hasta la posición 52, donde se ubicaba la aeronave matrícula XA-JOY.

 

Sin embargo, frente a esa puerta 52 se ubica el Hangar Presidencial, por lo que las medidas de seguridad son más restrictivas y obligan a alertar a Estado Mayor Presidencial y autoridades aeroportuarias reportar la operación, de acuerdo a la normatividad.

 

Al llegar hasta el avión, al menos cuatro policías, todos ellos armados y acompañados de un perro, entraron a las cabinas de la aeronave para revisar el equipaje de mano de los pasajeros y de la tripulación, la molestia de los usuarios no se hizo esperar.

 

Otro policía con arma larga en mano, pasó por debajo del fuselaje de la aeronave de Delta Air Lines, que cubriría el vuelo DAL-848 MEX-JFK, al que en ese momento se le abastecía de combustible e implica un procedimiento de alto riesgo, por lo que la normatividad es muy rígida en ello y a los agentes no les importó ni pasar por allí ni portar el arma, lo que generó quejas por parte de esa aerolínea.

 

Lo peor, es que los Policías Federales destacados en el AICM no conocían de la operación y eso generó mayor desconfianza entre los pasajeros y confusión al interior del Aeropuerto.

 

Otra consecuencia del operativo fue que al menos 10 pasajeros provenientes de Caracas perdieran su vuelo en conexión a Cancún, el cual tuvo que ser reprogramado de las 14:45 hasta las 20:35.

 

“No hubo una explicación por parte de alguna autoridad a los pasajeros sobre la demora, o el tiempo que la inspección tomaría. Hubo pasajeros que perdieron su conexión a su destino final”, relató una de las personas que llegó procedente de Caracas.

 

Al final, funcionarios de la Policía Federal debieron reconocer que el operativo no fue coordinado y algunos comentaron que el motivo fue una llamada anónima falsa.