La operación de la planta de Termovalorización en la Ciudad de México “no es deuda”, por lo que el reclamo ocurrido ayer por parte de diputados no es más que una confusión de los mismos, así lo afirmó el mandatario local, Miguel Ángel Mancera.

 

Ayer, la bancada de Morena en la Asamblea Legislativa local, protagonizó un zafarrancho al asegurar que con dicho proyecto, el Sistema de Transporte Colectivo pagaría a sobreprecio el suministro de energía eléctrica, lo que implicaría un endeudamiento por 109 mil millones de pesos a 30 años.

 

Al respecto, el jefe de Gobierno señaló es importante aclarar el sistema de financiamiento para que no se politice ni tergiverse el proceso por el que se pagará a la empresa privada.

 

Declaró que cuando no se comprenden las cifras y “cuando no entiendes el mecanismo financiero, puede crearte una falsa concepción en tu mapa mental, entonces eso habría que precisarlo muy bien para dejarlo detallado”.

 

Jaime Slomiansky, titular a la Agencia de Gestión Urbana, aclaró que el gobierno de la ciudad debe pagar una contraprestación a la empresa Veolia, la cual puso la inversión total para la construcción de la planta.

 

Este pago se realizará hasta que la planta funcione, lo cual ocurrirá dentro de dos años. El dinero de la contraprestación saldrá de los recursos que ya está comprometidos en el pago del traslado de residuos y en el que utiliza actualmente el STC para energía eléctrica.

 

“Para trasladar la basura y entregarla a los rellenos sanitarios, que son privados y están ubicados en el Estado de México, la Ciudad gasta un poco más de dos mil millones de pesos (…)Y aparte la gasta cerca de dos mil millones de pesos del presupuesto del Metro para dotar de energía eléctrica”.

 

Lo que se aprobó ayer en la ALDF fue una garantía financiera, no una deuda, para garantizar que el dinero irá a la planta durante 30 años.

ot