El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas votó hoy de manera unánime por terminar, a mediados de octubre próximo, su misión en Haití, que algunos observadores calificaron como “catastrófica”, tras 13 años de presencia en ese país.

 

 

Tal como recomendó el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, el Consejo de Seguridad determinó que el 15 de octubre próximo a más tardar deberá ser desmantelada por completo la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití, conocida como Minustah por su acrónimo en francés.

 

 

La resolución estableció que la Minustah daría paso a la Misión de la ONU de Apoyo a la Justicia en Haití (Minujusth), cuyo objetivo es fortalecer las instituciones, promover el Estado de derecho y apoyar al desarrollo de la policía haitiana.

 

 

México colabora con seis efectivos militares en Minustah, de acuerdo con la propia ONU. No está claro aún si participará en el nuevo esfuerzo del organismo en Haití.

 

 

La Minujusth estaría integrada por 980 agentes de policía armados, distribuidos en siete bases a lo largo del país, y sería encabezada por un representante especial.

 

 

La Minustah se estableció el 1 de junio de 2004 y fue la sucesora de una Fuerza Multinacional Provisional (FMP) autorizada por el Consejo de Seguridad en febrero de 2004, después de que el presidente Bertrand Aristide partiera de Haití para el exilio, en el periodo posterior al conflicto armado que se extendió a varias ciudades en todo el país.

 

 

La Minustah se retira luego de que cascos azules de la ONU introdujeron en 2011 a Haití el virus que provocó un brote de cólera que causó la muerte de al menos 10 mil haitianos e infecciones a decenas de miles de personas.

 

 

Durante años, la ONU evitó responsabilizarse por el cólera bajo el argumento de la inmunidad diplomática, y sólo hasta 2016 el entonces secretario general, Ban Ki-moon, ofreció una disculpa pública y un paquete de compensación a las familias de las víctimas.

 

 

El fondo de compensación, fijado en 400 millones de dólares, apenas logró recabar menos de tres millones de dólares, de acuerdo con la página de internet que da seguimiento a las contribuciones.

 

 

En ese sentido, cinco galardonados con el Premio Nobel de la Paz enviaron el miércoles una misiva a la ONU para que saldara su deuda con Haití, lo que incluiría garantizar las reparaciones a las víctimas y poner fin a la impunidad respecto de las “violaciones masivas cometidas a los derechos humanos”.

 

 

Los firmantes, Adolfo Pérez Esquivel, Jody Williams, Rigoberta Menchú Tum, Shirin Ebadi y Betty Williams, expresaron a Guterres su “profunda preocupación ante la falta total de justicia y una respuesta reparadora integral para las víctimas”.

 

 

Los galardonados con el Nobel describieron el balance final de Minustah en términos de respeto a los derechos humanos como “catastrófico”.

 

 

La misiva fue enviada la misma semana que una investigación de la agencia de noticias Associated Press (AP) reveló, con base en un informe de la ONU, que entre 2004 y 2016 se registraron cerca de 150 denuncias de abuso y explotación sexual por parte de los cascos azules.

 

 

Los presuntos abusadores vinieron de Bangladesh, Brasil, Jordania, Nigeria, Pakistán, Uruguay y Sri Lanka, según datos y entrevistas. La inmensa mayoría de los involucrados nunca fue castigado por sus respectivos gobiernos ni las víctimas compensadas.

 

 

En ese sentido, los galardonados con el Nobel asentaron que “son miles las mujeres, niños y niñas violadas o explotadas sexualmente, muchas de ellas abandonadas con niños”.

 

 

La representante de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, afirmó en la sesión de este jueves que aunque la Minustah es vista como muchos como un éxito, “por desgracia, es una pesadilla para muchos en Haití, que nunca serán capaces de olvidar ni de vivir con cicatrices brutales”.