DES MOINES, Iowa. El tema de los niños inmigrantes que cruzan solos la frontera entre México y Estados Unidos ha desaparecido de los titulares de prensa, pero un grupo de Iowa sigue buscando el apoyo de personas dispuestas a albergar y cuidar a estos niños mientras se decide su estatus.

 

El Proyecto Mil Niños para Iowa ha estado recabando ayuda desde julio, cuando los medios centraron su atención en los miles de menores que cruzaban solos la frontera. Los organizadores, preocupados de dónde vivirían los menores mientras su casos se deciden en los tribunales de inmigración, han recibido promesas para albergar a unos 300.

 

Ahora el grupo viaja por todo Iowa a casas, bibliotecas e iglesias para crear una red comunitaria más organizada, según la coordinadora del proyecto, Jessica Brackett. Esos grupos más pequeños impulsarán la iniciativa en general, que incluye crear una red de médicos, trabajadores sociales, intérpretes y tutores escolares dispuestos a ofrecer sus servicios.

 

“La primera ronda de esfuerzos es más abarcadora, en todo el estado”, dijo. “La profundidad de las actividades organizativas a nivel local se desarrollará con el tiempo, cuando cada comunidad desarrolle su propia estrategia”.

 

El grupo planea presentar solicitudes de albergue a funcionarios federales una vez que lleguen a la meta de mil.

 

El esfuerzo contrasta con la postura del gobernador Terry Branstad, quien dijo previamente que albergar a estos menores envía el mensaje falso de que los que deseen entrar al país ilegalmente son bienvenidos.

 

Más de 100 niños solos fueron enviados a Iowa en el primer trimestre de 2014, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos federal.

 

Incluso si no se permite que más niños sean enviados a Iowa, Brackett dijo que el esfuerzo pudiera ayudar, y señaló las discusiones sobre opciones de albergue que pudieran ayudar a niños locales en hogares sustitutos.

 

“Este programa tendrá resultados positivos”, dijo Brackett. “Vemos que nuestra labor probablemente ayudará a los sistemas que ayudan a los niños que ya están aquí”.

 

Otro grupo, llamado Caring Cities Campaign (Campaña de ciudades compasivas), se ha centrado en asegurar representación jurídica a los menores cuyos casos de inmigración pueden demorar años en los tribunales.

 

“Muchos de estos niños están escapando. No son inmigrantes, son refugiados”, dijo Bill Gluba, alcalde de Davenport, quien ha liderado la iniciativa. “Hay una diferencia, y es necesario dejar eso claro en los tribunales”.

 

Otros que trabajan en el tema en Iowa es Dubuque for Refugee Children, un grupo que recauda dinero para financiar la asistencia jurídica a niños migrantes en el estado.

MG