El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, se pronunció por un marco jurídico justo que dignifique el trabajo doméstico y garantice los derechos laborales.

 

Al inaugurar el foro Trabajo del Hogar, un Gran Pendiente en Derechos Humanos, en la Casa Lamm, consideró necesario que México ratifique el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el tema, lo que complementaría la normativa vigente en el ámbito nacional.

 

“Ello contribuiría a dar mayor certeza a las relaciones laborales en esta materia y ampliaría el piso mínimo de derechos que correspondería a este tipo de trabajadores, colocándolos en una situación de mayor equidad respecto de quienes ejecutan otros tipos de trabajo”, afirmó.

 

El ombudsman refirió que según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, el primer trimestre de 2017, la población de 15 años y más que se encontraba ocupada en trabajo doméstico remunerado fue de dos millones 480 mil 466 personas, lo que representa 4.8 por ciento de la población ocupada en ese rango de edad.

 

También que en México, 90 de cada 100 personas que realizan trabajo doméstico o del hogar remunerado son mujeres, y el número se incrementa a 93 cuando se desempeñan en actividades como cuidadoras de personas, lavandera, planchadoras y cocineras que laboran en casa.

 

De ese universo, expuso, 99 de cada 100 personas se encuentran trabajando sin la formalidad de un trabajo por escrito, lo que quebranta un piso mínimo de protección de sus derechos, particularmente cuando se trata de prestaciones de seguridad social.

 

González Pérez reconoció que esos son sólo algunos de los datos que muestran que la labor de las trabajadoras del hogar no ha sido ni es reconocida en toda su magnitud, ni como contribución económica, ni como soporte fundamental para el bienestar de muchas familias.

 

Subrayó que existe un marco regulatorio, pero resulta inadecuado al permitir discrecionalidad en la determinación de los términos y condiciones bajo los cuales se desarrolla el trabajo doméstico.

 

Además, carece de vías suficientemente expeditas para hacer valer los derechos de quienes lo llevan a cabo, en particular cuando sufren alguna enfermedad o riesgo de trabajo.

 

En su oportunidad, Marcelina Bautista, secretaria general colegiada del Sindicato Nacional de Trabajadores del Hogar, que agrupa a mil 500 integrantes en el país, advirtió que sin leyes justas no hay dónde se abracen las empleadas domésticas para exigir sus derechos.

 

La también coordinadora del Centro de Apoyo y Capacitación para empleadas del hogar indicó que marcharán al Senado para solicitar a las comisiones del Trabajo e Igualdad y Género que apruebe la iniciativa de reforma al capítulo 13 de la Ley Federal del Trabajo, en esta materia.

 

fahl