La constructora OHL México venderá entre 20% y 25% de su participación en el Circuito Exterior Mexiquense, una autopista ubicada a unos metros de donde se construye el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, a un grupo de fondos de pensiones extranjeras.

 

“La administración (de OHL reunida con un grupo de analistas en Estados Unidos) dijo que no planea vender una participación de más de 20% a 25% en su filial Concesionaria Mexiquense (Conmex), que tiene la concesión para operar y dar mantenimiento a los segmentos que incluye el Circuito Exterior Mexiquense”, explica un análisis de Accival Casa de Bolsa.

 

“Entre los posibles compradores se encontraban inversionistas privados, principalmente fondos de pensiones internacionales”, señala el área de análisis económico de Grupo Financiero Banamex.

 

Los analistas recuerdan que los fondos de pensiones cuentan con complejas estadísticas y garantías de tráfico, “y que estos fondos quieren comprar debido al valor que ven en esas tasas internas de retorno (TIR) garantizadas”.

 

Cualquier nuevo proyecto en el que invierta la compañía debe tener TIR superiores al retorno garantizado de 10% que recibe Conmex, agrega el reporte.

 

La constructora comentó sobre sus planes para vender una participación de Conmex, que es la mejora del flujo de efectivo y la sorprendente oferta secundaria de acciones de la empresa por parte de su compañía matriz OHL Concesiones.

 

“OHL México tiene que presentar su TIR real cada seis meses y la última revisión fue la primera vez en la historia de Conmex en que el flujo de efectivo fue positivo”.

 

Entre los directivos que asistieron a la reunión con los analistas de Accival estuvieron Sergio Hidalgo, director general, y Alberto Guajardo, director de relación con Inversionistas de la empresa.

 

“El Sr. Guajardo recordó a los participantes de la reunión que Conmex atraviesa la zona cercana al lugar donde se ubicará el nuevo aeropuerto planeado para la Ciudad de México”.

 

La compañía matriz de OHL México podría volver a usar las acciones de la empresa como garantía en operaciones de derivados o intercambios de activos (“swaps”) o en otras transacciones, lo cual podría perjudicar a los accionistas minoritarios.

 

“Una actividad económica peor de la esperada podría afectar a los volúmenes en las autopistas de peaje de la compañía, y la esperada reactivación del flujo de tráfico en el aeropuerto de Toluca podría tardar más de lo proyectado”, advierte Accival.

 

Si el impacto negativo de cualquiera de estos factores sobre la compañía resulta ser mayor del que esperamos, la acción podría no alcanzar nuestro precio objetivo, concluye.