El Comité de Huracanes de la Asociación Regional IV de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) retiró a Odile de la lista de nombres para ciclones tropicales debido a la magnitud de daños que generó en Baja California en 2014.
Dentro de la actualización del Plan Operativo de Huracanes, el comité aceptó la solicitud del gobierno de México, realizada mediante la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
En un comunicado, la Conagua explicó que luego de una votación de los integrantes del comité, se determinó sustituir a Odile por Odalys, los cuales comparten la lengua de origen.
La Región IV de la OMM, que integra los países de América de Norte, América Central y del Caribe, se reúne anualmente para mantener la coordinación operativa y técnica.
Durante el encuentro se analizan los planes de acción conjuntos, como la instrumentación de las redes de observación meteorológica, estaciones en superficie, lanzamientos de globo-sonda, satélites, radares y vuelos de reconocimiento de sistemas tropicales.
Además, se analiza el Plan Operativo de Huracanes y los avances para los próximos años, entre otros temas.
Este año, la reunión se celebra en San José, Costa Rica, y México es representado por el gerente de Meteorología y Climatología del SMN Alberto Hernández Unzón, quien planteó la justificación para el retiro del nombre Odile.
La Conagua explicó que el nombre de un ciclón tropical se puede retirar de la lista activa a petición de cualquier país integrante, siempre y cuando haya sido de notoriedad por la pérdida de vidas, lesiones, daños al patrimonio y otros impactos socioeconómicos.
Existen seis listas de nombres de ciclones tropicales para el Mar Caribe, el Golfo de México y el Océano Atlántico, e igual número para el Océano Pacífico y la lista que se empleó en 2014, incluido el cambio de Odalys, se volverá a utilizar hasta 2019.
El organismo recordó que Odile se desarrolló el 10 de septiembre como depresión tropical y la madrugada del 14 alcanzó el rango de huracán categoría 4 en la escala Saffir-Simpson.
Esa misma noche se degradó a categoría 3 e impactó a 10 kilómetros al este de Cabo San Lucas, Baja California Sur, con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora y rachas de hasta 250 kilómetros por hora.
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