La única forma que tiene la Procuraduría General de la República de desligar a Emilio Lozoya y de desmarcar la campaña de Enrique Peña Nieto del caso Odebrecht es tan sencilla como complicada:

 

Que dé a conocer públicamente los nombres de quienes recibieron el dinero, las cuentas en donde se depositó y el destino.

 

Lo demás será simplemente leña para la hoguera de la especulación.

 

Resulta difícil de creer que a nivel de Procuradurías, la de Brasil esté negando o retrasando la entrega del expediente, como acusó ayer la PGR.

 

Si ése fuera el caso, seguro que las autoridades mexicanas ya realizaron su propia investigación y sabrán, porque seguramente lo saben, quiénes estuvieron involucrados en la negociación que dio paso a la “propina’’ de 10 millones de dólares, según publicó el diario brasileño O Globo.

 

La PGR informó que se habían interrogado ya a nueve funcionarios y/o ex funcionarios de Pemex, por lo que seguramente tendrán material para seguirle la pista al dinero.

 

La secrecía de la investigación no justifica la tardanza en los resultados.

 

En otros países involucrados en el mismo caso ya tienen hasta un ex Presidente en la cárcel, pero en México el trámite ha sido lento, tanto, que ahora la resucitación del caso de parte de un diario brasileño movió las aguas de un pantano al que ya se quería desecar.

 

O si lo quiere ver así, la tardanza se volvió, finalmente, en contra de la PGR y desde luego del gobierno de Peña.

 

 

No se hagan bolas.

 

En el PRD, las patadas bajo la mesa las están tirando los aún militantes que ya dijeron que servirán a Morena y su dueño, Andrés Manuel López Obrador, en un intento por reventar –o por lo menos minar- la construcción del frente opositor.

 

Ello no impedirá, sin embargo, que el último sábado de este mes el PRD realice un Consejo Nacional en el que se pretende ratificar la construcción del frente y de paso marcar la ruta de la sucesión en la presidencia nacional del partido.

 

El primer tema es el importante y el segundo es el urgente.

 

De acuerdo a los estatutos, Alejandra Barrales debe terminar su gestión en octubre próximo, toda vez que fue elegida para completar el periodo que dejó iniciado Carlos Navarrete.

 

Y por lo que se ve, Barrales no dejará el cargo hasta esa fecha, ni aun cuando un grupo quiere adelantar su salida también como una forma de pegarle al frente de oposición.

 

A la presidenta del PRD la acusan de ocupar la posición y además ser senadora, pero en el partido no es el único caso.

 

Échele un ojo al PRD de la capital, cuyo líder, Raúl Flores, ha sido presidente tres años y legislador al mismo tiempo, al igual que Omar Ortega en el Estado de México.

 

Pura grilla.

 

 

El Gobierno de Veracruz se prepara para la renegociación de su deuda consolidada, por un total de 38 mil millones de pesos.
El encargo lo tienen Jesús Villalobos –ex director de Pronósticos Deportivos, inhabilitado 10 años en enero de 2013 por haber utilizado recursos públicos para asistir al Super Bowl- y Oscar Euan con el respaldo del despacho White and Case y Rico y Asociados, con el visto bueno de Banobras, obviamente.

 

caem