Desde el inicio de la campaña presidencial, Jesús Zambrano, presidente del PRD se ha dedicado a recorrer el país con el objetivo de fortalecer la estructura de su partido; su meta, dice, es repetir el triunfo que les fue arrebatado en 2006.

 

Conocido como una de las cabezas más visibles de Los Chuchos, el sonorense reconoce que el acercamiento del Movimiento Progresista con las clases empresariales será clave para dar una sorpresa en las próximas elecciones.

 

—¿Cómo percibe el ambiente electoral en las giras que has hecho?

 

—He estado trabajando en dos vías paralelas. Por una parte, acompañando a Andrés Manuel López Obrador en algunos eventos de valor simbólico, como en el arranque de campaña o teniendo presencia del PRD en algunos estados. La otra vía es una suerte de campaña sin candidato, paralelamente a la campaña de Andrés Manuel, sosteniendo reuniones de trabajo con los candidatos para reforzar y dar una segunda vuelta a las actividades proselitistas. Luego se piensa que el papel del presidente de partido es andar pegado al candidato, y aunque hay que hacerlo en determinados foros, lo fundamental es que el partido esté claramente metido en sus responsabilidades. Si una campaña presidencial no tiene una estructura que dé sustento y multiplique lo que haga su candidato no va a fructificar y creo que eso, entre otras cosas, está haciéndose presente con este incremento que ha tenido Andrés Manuel en las preferencias electorales.

 

—¿Qué tan fuerte quedó el PRD tras el largo proceso de definición de candidaturas?

 

—El partido está asumiendo que las campañas, y particularmente la presidencial, deben servirnos también para reorganizarnos, para ponernos en movimiento y revincularnos con la sociedad en lugares donde hemos perdido alguna presencia, como Veracruz o Zacatecas, así como vincularnos con sectores de la sociedad con los que no hemos tenido relaciones importantes, tal como ocurre en el norte del país o en Yucatán, donde de manera directa intervine para hacer valer los acuerdos que habíamos contraído con el sector empresarial de allá. Encuentro un PRD con un ánimo al alza, no hay regateo, hay un cierre de filas con la campaña de Andrés Manuel, no hay resabios ni reclamos, aún cuando tenemos que hacer todavía algunos ajustes de coordinación.

 

¿Cómo cuáles?

 

—Que todo lo que es la estructura de Morena se pueda armonizar bien con la estructura del PRD y que optimicemos los esfuerzos que está haciendo cada quién.

 

—¿Qué opina del reciente encuentro de Andrés Manuel en Jalisco, donde estuvo acompañado por Enrique Alfaro y donde el PRD quedó de lado?

 

—Es una decisión que yo nunca entendí, ojalá algún día se sepan las verdaderas razones, Alfaro rompió unilateralmente la coalición aún cuando era el principal beneficiario a pesar de que el PRD hizo hasta lo último para que la coalición se mantuviera. Se nos fue una probabilidad muy alta de triunfo, aunque claro, todavía no veo cerrado el capítulo jalisciense. Por supuesto hay un sector importante del partido que reclama que Andrés Manuel no esté con ellos en sus actividades y que vaya a los actos de Alfaro, pero lo que hemos dicho es que no nos detengamos en eso, el adversario principal no está ahí sino en el PRI y el PAN.

 

—¿Cómo tomar el llamado hecho por López Obrador en el Estado de México para que los partidos de la coalición dejen de pelearse entre sí?

 

—El hecho real es que sí ha habido dificultades para sumar esfuerzos en el proceso local. Se está trabajando para que podamos llevar candidaturas en coalición con el PT y MC en varios municipios. Vamos a seguir insistiendo en ello. Hay evidencias, y por eso es el llamado, de que hay resistencias en algunos de los dirigentes que han impedido hasta hoy que aterricen esos posibles acuerdos. Estaríamos cometiendo un error significativo si no lo logramos.

 

—¿Cuáles son las posibilidades de atraer votos en Puebla tras el rechazo a la candidatura de Bartlett entre amplios sectores de la ciudadanía?

 

—En Puebla hemos demostrado que hay regiones importantes en las que hay una preferencia importante por la izquierda y donde Andrés Manuel, según nuestras encuestas, está captando simpatías. En el mismo evento de Cholula, donde tuvo el inconveniente de las rechiflas de algunos asistentes contra Bartlett, nunca habíamos tenido un evento de esa magnitud en Puebla con un candidato de la izquierda y esto habla del crecimiento de la campaña de Andrés Manuel, como también vimos en la Macroplaza de Monterrey. Vamos a dar muchas sorpresas. En Puebla incluso podemos ganar distritos electorales.

 

—¿Es posible remontar la ventaja de al menos ocho puntos a favor de Peña?

 

—Ocho puntos no es nada en una contienda que apenas lleva un mes y le faltan dos. Las campañas se hacen para ir demostrando quién puede ganar la mayoría, si estuvieran definidas de antemano mejor con esos números nos vamos a la integración de las Cámaras y a definir al presidente de la República. Estoy muy optimista porque las encuestas de las últimas dos semanas, una de ellas publicada en 24 HORAS, hablan de que esa pretendida e inalcanzable ventaja que llevaba Peña Nieto sobre los demás se ha reducido significativamente y que hay un evidente crecimiento de Andrés Manuel. Por eso, en las últimas horas hemos tenido evidencia de cómo la provocación empieza a asomar, primero en Oaxaca con las pancartas a las afueras del evento y luego con el evidente acto de provocación en un encuentro tan significativo como el que sostuvo Andrés Manuel con el ingeniero Cárdenas. Es claro que hay una guerra sucia asomando. Ya empezaron a tener miedo, a ver que podemos crecer y que no nos pueden detener.