La Policía Metropolitana los detuvo durante una operación antiterrorista en Birmingham y Londres; el protagonista del ataque fue un británico conocido de los servicios secretos del MI5.

 

La policía británica informó que detuvo a ocho personas en Londres y Birmingham tras el atentado frente al Parlamento británico. Se trata de cinco hombres y tres mujeres, de entre 21 y 58 años. Todos ellos son sospechosos de haber participado en la preparación de actos terroristas.

 

 

Las fuerzas de seguridad continúan el registro de cuatro domicilios en esas dos ciudades inglesas, además de otra operación en Carmarthenshire, en el suroeste de Gales.

 

 

Scotland Yard dijo que el atacante era conocido de los servicios de inteligencia, pero no se encontraba “bajo el radar” en estos días ni estaba siendo vigilado. Tampoco existían elementos para pensar que podría estar preparando un atentado terrorista.
Su casa en Birmingham fue allanada durante la madrugada. En su expediente judicial figuran desde 1993 diferentes delitos: asalto, posesión de armas y detenciones por alteración del orden público. Pero no había sido procesado por ningún delito vinculado al terrorismo.

 

 

En la ciudad de la policía detuvo en un domicilio a una mujer de 21 años y un hombre de 23, y en otra vivienda a una mujer de 26 años y tres hombres, de 26, 27 y 28 años.

 

 

En una tercera operación, también en Birmingham, fue arrestado un hombre de 58 años, mientras que en Londres fue detenida una mujer de 39 años.

 

 

“La investigación de la unidad antiterrorista de la policía de Londres sobre el ataque terrorista del miércoles continúa desarrollándose a un ritmo rápido e involucra a cientos de agentes”, afirmó Scotland Yard en un comunicado.

 

 

Las víctimas mortales del ataque fueron el policía británico Keith Palmer, de 48 años, la mujer de origen español Aysha Frade, de 43, y el turista estadunidense Kurt Cochran, de 54.
Atacante

 

Fue identificado como Kalid Massod de 52 años, un británico de origen asiático, con varias causas judiciales por robos, uso de armas y una investigación por radicalización del MI5, el servicio doméstico británico