Rusia y las potencias occidentales volvieron a chocar hoy en la ONU a raíz de la suspensión de las negociaciones de paz sobre Siria en medio de una gran ofensiva del gobierno sirio y las fuerzas aéreas rusas contra Alepo.

 

Las operaciones militares en torno a la mayor ciudad siria han provocado la huida de miles de habitantes, con cerca de 20 mil personas agolpándose en la frontera con Turquía, y están dificultando el suministro de ayuda humanitaria, según Naciones Unidas.

 

Para Occidente, el recrudecimiento de esa campaña es lo que ha obligado al mediador de la ONU, Staffan de Mistura, a suspender las negociaciones de paz que acababan de comenzar en Ginebra.

 

“Por un lado, el régimen sirio dice estar discutiendo la paz en Ginebra, y por el otro, intensifica su ofensiva militar contra los grupos de la oposición con los que se supone que tiene que hablar”, denunció hoy François Delattre, el embajador de Francia ante Naciones Unidas,

 

Delattre defendió la suspensión del diálogo al considerar que la oposición no puede negociar “con una pistola en la cabeza” y consideró que la campaña iniciada por Siria y Rusia únicamente puede “torpedear cualquier esperanza para la paz”.

 

En la misma línea, su homólogo británico, Matthew Rycroft, dijo que para que las negociaciones se puedan retomar “como poco se va a necesitar una apertura del acceso humanitario y el fin de estos bombardeos aéreos indiscriminados”.

 

Rycroft pidió a Rusia que “se mire en el espejo” para entender quién es responsable del parón del proceso diplomático y acusó a Moscú de incumplir lo que anunció cuando dijo que su intervención en Siria buscaba combatir al Estado Islámico (EI).

 

Mientras tanto, Rusia se defendió de las críticas y responsabilizó a la oposición siria del frenazo al proceso de Ginebra.

 

“El grupo de la oposición no fue realmente a negociar, fue buscando pretextos para marcharse”, dijo el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin.

 

Según aseguró, el apoyo aéreo ruso ha permitido al gobierno sirio recuperar terreno que estaba bajo control de terroristas y otros grupos de la oposición, y señaló que no tiene sentido pedir a Rusia que detenga sus bombardeos mientras continúan las operaciones armadas de la oposición siria y las de la coalición liderada por Estados Unidos.

 

Rusia adelantó que prevé llevar algunas “nuevas ideas” para tratar de desatascar el proceso a la reunión internacional sobre Siria que se celebrará el día 11 de febrero en Múnich, entre ellas algunas relacionadas con un posible alto el fuego.

 

El Consejo de Seguridad también recibió hoy el más reciente informe sobre la situación humanitaria en Siria de parte de las agencias de la ONU.