En diciembre de 2007 Soriana anunció el acuerdo de compra de la cadena comercial Gigante por mil 350 millones de dólares con lo que las 199 tiendas de Bodega Gigante, Gigante y Super G pasaron a formar parte del conglomerado comercial propiedad de la familia Martín Bringas.

 

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Con esta adquisición Organización Soriana se convirtió en el segundo grupo de tiendas de autoservicios más grande del país solo detrás de Walmart, aunque muy lejos del gigante estadounidense, y por encima de la entonces alicaída Comercial Mexicana y del emergente sureño Chedraui.

 

La ‘digestión’ de Gigante no fue un asunto sencillo para los Martín Bringas y su organización como lo habían pensado originalmente, pero su convencimiento de que competirle a Walmart solo se daría a través de zancadas por la vía de adquisiciones los hizo apostar por negociar la compra de Comercial Mexicana, el otro competidor.

 

Hace tres semanas anunciaron que pagarán 39 mil 194 millones de pesos por 160 tiendas de autoservicio bajo la denominación Comercial Mexicana, Bodega y Mega que representa el 80 por ciento de la Controladora Comercial Mexicana.

 

Con la compra de sus dos competidores más cercanos en los últimos siete años, los Martín Bringas de Soriana llegaron a 834 tiendas operadas con ventas anuales por 146 mil millones de pesos, consolidándose como el segundo grupo de supermercados del país.

 

Claro que el líder, Walmart, mantiene una ventaja considerable al poseer aún dos terceras partes del pastel de los supermercados. A finales de 2014 reportó ingresos 2.6 veces mayores que Soriana con 2,163 tiendas en formato de supermercado; muy superior a la Organización Soriana.

 

Sin embargo más allá de lo que haga Walmart –que, por cierto, está presentando un agresivo plan de crecimiento para los próximos años- lo interesante en esta nueva configuración de mercado, es qué pasará con el lejano tercer jugador en el llamado sector del ‘retail’ en México. Es decir qué hará la familia Chedraui que ahora solo posee el 7 por ciento del mercado con 215 tiendas en territorio mexicano.

 

Y es que sus opciones para hacer frente a la agresiva competencia en el mercado de los grandes formatos de tiendas no son muchas. Comprar alguna otra cadena comercial –como Casa Ley asentada en el noroeste del país- no le daría un posicionamiento estratégico ni una porción relevante de mercado para hacerle frente a sus competidores. Mientras que la vía del crecimiento orgánico requeriría de grandes inversiones por ahora fuera del alcance de Chedraui a pesar de que tiene en Inbursa a un aliado financiero. De hecho para este año Chedraui se propone crecer tan solo con 9 tiendas lo que lo alejará aún más del reparto del pastel frente a Walmart y Soriana.

 

Una tercera opción es buscar la venta de la cadena a algún grupo comercial del exterior interesado en el mercado mexicano como los chilenos de Cencosud o la francesa Carrefour que alguna vez probó sin éxito en el mercado mexicano. Una opción que se antoja poco probable dadas las peculiaridades del mercado mexicano y el dominio de Walmart.

 

Así que una cuarta opción es la de buscar venderse bien, en un futuro no muy lejano, con alguno de los grandes jugadores del mercado aceptando que en un negocio de escala y logística, su tamaño lo dejó fuera de la posibilidad de competir con éxito. Y allí aparece, otra vez, Soriana, aunque no se puede descartar alguna otra sorpresa.

 

Pero el duopolio en los súpers del país ya es una realidad que asoma la nariz al arranque de este 2015, aunque enfrente tengan a competidores fuertes pero bajo formatos de tiendas de conveniencia como Oxxo o Seven Eleven.