El manejo sensato y responsable de las finanzas públicas en algunos estados y municipios les importa un bledo a los gobernadores y presidentes municipales cuando se trata de periodos electorales y de ganar elecciones.

 

A esta conclusión -puesta en mis propia palabras e interpretación- llegan los analistas de la calificadora Moody’s en un reporte sobre los riesgos para las finanzas públicas estatales derivados de las elecciones 2015 que ayer publicaron.

 

comicios-finanzas1

 

Claro que los analistas de Moody’s lo dicen de otra manera. Por ejemplo, Francisco Urióstegui, coautor del reporte, lo dice así: “Históricamente los procesos electorales han exacerbado las debilidades fiscales de los estados al ser acompañados, con frecuencia de un relajamiento en los esfuerzos recaudatorios. Al mismo tiempo, es común observar un aceleramiento en el ritmo del gasto. Dichas tendencias podrán derivar en déficits mayores a los esperados en 2015, lo cual forzará a los estados mexicanos a compensar esta situación a través de un mayor endeudamiento”.

 

Derivado de esta actitud de irresponsabilidad con las cuentas públicas estatales y que ha sido documentada en procesos electorales anteriores, Moody’s anticipa un crecimiento de 15% de la deuda de seis estados que no tienen buenos antecedentes en esta materia y se refieren a Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán y Sonora. Aunque seguramente en otros más las cosas no serán muy diferentes.

 

Si bien este comportamiento de los gobiernos locales particularmente en periodos electorales es ampliamente conocido y solapado por partidos políticos y por el propio gobierno federal, el reporte de Moody’s sirve para documentar el cinismo con el que los funcionarios y políticos locales desvían y gastan recursos públicos no autorizados, suavizan las políticas recaudatorias y endeudan a las finanzas locales con créditos de corto plazo o vía proveedores para ocultarlas de los registros públicos.

 

Se trata de ganar elecciones a como dé lugar para perpetuar a los clanes políticos locales y federales y bajo ese propósito todo se vale. Total, la lógica es que al final del día será la Federación la que asuma los platos rotos o -de ganar el partido en el poder- será el siguiente gobernador en turno quien se constituirá en ‘tapadera’ de las irresponsabilidades y despilfarros de sus antecesores.

 

Como dice Moody’s ya algunos estados, como éstos, enfrentan un marcado deterioro financiero y crecientes niveles de deuda desde hace tiempo, por lo que el incremento en los déficits públicos motivado por este proceso electoral sólo debilitarán aún más su situación fiscal.

 

Pero con todo cinismo…a los clanes políticos locales eso les tiene sin cuidado.

 

DEVALUACIÓN LE PEGA A INFLACIÓN. Por primera vez, los analistas de Banamex señalan los efectos de la devaluación sostenida del peso en los precios. En la primera quincena de febrero, dicen, se advirtió un incremento de 0.59% en los precios de las mercancías distintas de alimentos, una alza no registrada desde hace 17 años para un periodo similar. La razón de este incremento, muy superior al pronóstico de los analistas, es -dice Banamex- el efecto de la devaluación del peso sobre los precios al consumidor. Era esperado.