El aumento en la esperanza de vida de la población y los cambios en el perfil epidemiológico de los mexicanos cambiarán la forma en la que comprendemos la productividad, al ser causa de una mayor y prolongada discapacidad.

 

En los últimos 25 años, las cargas de enfermedad para el sector público han cambiado de infecciones y enfermedades contagiosas a padecimientos crónicos degenerativos como la diabetes, cardiopatías y enfermedades renales, señaló la secretaria de Salud, Mercedes Juan López.

 

En el marco de la 25 Convención de Aseguradores de México, la funcionaria federal resaltó que “la obesidad, el sobrepeso y la diabetes se han convertido en una amenaza para la sustentabilidad del sector salud. Hoy 30 por ciento de los mexicanos tienen obesidad y nueve de cada 100 adultos tienen diabetes”, resaltó.

 

Por ejemplo, en los últimos 30 años el número de pacientes que falleció a causa de la diabetes mellitus se incrementó más de tres veces pasando de 21.8 defunciones en 1980 a 72.6 en 2012 por cada cien mil habitantes.

 

En 2014, se registraron más de 611 mil defunciones; 57.6% de ellas fueron por enfermedades crónicas no transmisibles tumores malignos y accidentes. A estos padecimientos se debe la pérdida de 77% de los años de vida saludables, lo que quiere decir que una persona muere de manera prematura.

 

“El nuevo perfil epidemiológico y demográfico puede ser causa de una mayor y prolongada discapacidad que provoca la disminución de la productividad y menos recursos disponibles. Estos efectos están relacionados con el ausentismo laboral, con los riesgos en la sustentabilidad financiera del sistema, así como los altos costos de los seguros de vida y seguros médicos y los asociados a la jubilación temprana entre otros”, señaló.

 

SSA analizará esquema de cooperación con aseguradoras

 

La secretaria de Salud planteó ante aseguradoras de todo el país la necesidad de explorar esquemas de protección financiera que permitan a las empresas privadas hacerse cargo de coberturas que el sector público ya no pueda por falta de capacidad económica.

 

Mercedes Juan eñaló que la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) le entregó un documento de trabajo que elaboró con el Instituto de Salud Pública y la Fundación Mexicana para la Salud hacia la cobertura universal de protección financiera, que la dependencia federal comenzará a analizar.

 

“Este es un gran documento que podemos trabajar juntos para ver qué mecanismos podemos ir teniendo para el sector asegurador algunas coberturas importantes que pueden ser integrales o anticipadas”, señaló.

 

“Les vuelvo a poner el ejemplo de la insuficiencia renal crónica, que es verdaderamente un gran problema financiero para las familias y para los Sistemas de Salud, en donde se podrían explorar estas posibilidades de coberturas para ir avanzando en tener cubiertos de manera anticipada estos problemas desde el punto de vista financiero”.

 

Señaló que algunas de las contribuciones del sector privado han sido esquemas de cobertura anticipada dirigidos a las personas que tengan la capacidad económica suficiente para cubrir un seguro de este tipo, previendo enfermedades crónicas como la insuficiencia renal que representan una alta carga financiera para las familias y las instituciones de salud o que en algunos casos, estas instituciones no pueden llegar a cubrirlas.

 

“Otra área de contribución del Sector Privado -creo que ya lo están implementando- es ofrecer coberturas de intervenciones no cubiertas por el sector público y éstas pueden ser complementarias, dirigidas a la población, con capacidad de pago, para que sean adquiridas de forma voluntaria y también las nuevas coberturas consistentes en el nuevo perfil epidemiológico”.

 

La participación de la industria privada y el sector asegurador con las instituciones de salud pública se planteó como una posible respuesta a los problemas de financiamiento que traerán los cambios en la dinámica poblacional pues en los próximos años habrá cada vez más ancianos y cada vez menos personas en edad para trabajar.

 

Así, en 2030 las mujeres vivirán hasta los 79 años y los varones hasta los 74 cuando actualmente la esperanza de vida es de 77 y 72 años, respectivamente. Al contrario, la tasa de fecundidad ha disminuido considerablemente en los últimos 50 años: si en 1960 las mujeres tenían 7 hijos, hoy tienen máximo dos.

 

También influirán los cambios en el perfil epidemiológico del país; esto quiere decir que ha disminuido el número de muertes asociadas a enfermedades contagiosas (como infecciones) al pasar de 93.5 por cada cien mil habitantes en 1980 a 16.4 en el 2012.  DEC