WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró “posible” que Rusia esté detrás de la filtración de Wikileaks de correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC, por su sigla en inglés) con el fin de intervenir en las elecciones presidenciales de noviembre.

 

“Todo es posible”, dijo Obama en una entrevista con NBC News cuestionado sobre si Rusia pretende interferir en la justa electoral.

 

La filtración de la pasada semana de cerca de 20 mil correos electrónicos puso de manifiesto que líderes demócratas trataron de favorecer a la ex primera dama Hillary Clinton frente al senador Bernie Sanders durante las primarias.

 

Como resultado de esa filtración, Debbie Wasserman Schultz, presidenta del Comité Nacional Demócrata, anunció su renuncia.

 

En la entrevista con NBC News, el presidente Obama recordó que el Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) aún está investigando la filtración, pero dio su opinión sobre la supuesta implicación rusa, tal y como sostiene la campaña de Clinton.

 

“Sabemos que los rusos piratean nuestros sistemas, no solo los sistemas gubernamentales, también los sistemas privados”, sostuvo el presidente estadounidense.

 

“Los motivos de la filtración, no puedo decirlos abiertamente. Lo que sé, es que Donald Trump ha expresado su admiración por Vladimir Putin repetidas veces”, insinuó Obama.

 

Finalmente, el presidente constató que Trump “ha recibido buena prensa” en Rusia.

 

A través de su cuenta de Twitter, Trump también opinó sobre las acusaciones que apuntan a los rusos: “La nueva broma de moda es que Rusia ha filtrado los correos desastrosos del Comité Nacional Demócrata porque yo le gusto a Putin”.

 

El canciller ruso Serguei Lavrov negó hoy cualquier responsabilidad del Kremlin en la filtración, así como las acusaciones de que Rusia quiere influir en los comicios presidenciales de noviembre.

 

El escándalo de los correos eclipsó el arranque este lunes de la Convención Nacional Demócrata, que se celebra en Filadelfia, en donde ayer se nominó oficialmente a Clinton como candidata a la Casa Blanca.