WASHINGTON. Barack Obama pretende cumplir así una de sus más importantes promesas electorales. El Presidente de Estados Unidos, dará a conocer sus esperadas acciones ejecutivas que se espera que beneficien a unos cinco millones de indocumentados y a las que la oposición republicana se opone con firmeza.

 

En un video difundido ayer en Facebook, el mandatario dijo que hará el anuncio desde la Casa Blanca el jueves a las 8 de la noche, hora local, y luego viajará a Las Vegas para promover el plan que puede adoptar en virtud de su autoridad ejecutiva para reparar el “roto” sistema de inmigración del país .

 

Obama dijo que todos están de acuerdo en que el sistema migratorio no funciona y Washington ha dejado que el problema crezca demasiado.

 

El Senado, bajo control demócrata, aprobó un proyecto de ley para una reforma en junio de 2013 que ni siquiera ha sido sometido a voto en la Cámara de Representes, donde los republicanos tienen la mayoría desde 2010.

 

Tras aplazar su acción unilateral en inmigración hasta después de las elecciones legislativas del pasado 4 de noviembre, en las que los republicanos lograron la mayoría en la Cámara de Representantes y el Senado, Obama se comprometió a anunciar esas medidas antes de final de año.

 

En el vídeo, Obama detalla también que el viernes visitará el instituto de educación secundaria Del Sol, en la ciudad de Las Vegas (Nevada), donde ya ofreció en enero de 2013 el primer discurso sobre inmigración de su segundo mandato y delineó los principios de su plan para una reforma integral.

 

“Estoy aquí hoy porque ha llegado la hora de una reforma migratoria integral de sentido común”, dijo entonces el mandatario, que todavía confiaba en que republicanos y demócratas alcanzarían un acuerdo en el Congreso con el recién creado “Grupo de los ocho”, promotor del proyecto de ley que aprobó luego el Senado.

 

Desde hace unos días se especulaba con que Obama anunciaría sus medidas esta semana, aunque un escenario que evaluaba la Casa Blanca era esperar hasta después del 11 de diciembre, cuando el Congreso debe votar un paquete presupuestario para financiar al gobierno hasta septiembre de 2015.

 

Los republicanos se oponen vehementemente a las probables acciones del presidente. Algunos miembros conservadores amenazan con promover una parálisis del gobierno si Obama sigue adelante con sus promesas de actuar en materia de inmigración antes de que finalice el año.

 

Las filtraciones del plan ejecutivo de Obama que han aparecido en la prensa en los últimos días apuntan a que evitará la deportación de hasta un total de cinco millones de indocumentados de los alrededor de 11 que se calcula que residen en Estados Unidos.

 

Una pieza clave es permitir que muchos padres de niños que son ciudadanos estadounidenses o residentes legales obtengan permisos de trabajo y eviten así la amenaza de la deportación.

 

Además, el plan prevé aumentar la seguridad fronteriza, mejorar el pago a los funcionarios de inmigración y expandir la Acción Diferida, una medida ejecutiva de 2012 que ha evitado la deportación de más de 580 mil jóvenes que llegaron indocumentados a Estados Unidos cuando eran niños.

 

El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, que habló este miércoles en el National Press Club en Washington, señaló que las acciones ejecutivas en materia migratoria serán “integrales” y abordarán diversos aspectos, incluida la seguridad fronteriza.

 

La Casa Blanca argumenta, por su parte, que Obama ha esperado más de un año, desde que el Senado aprobó el proyecto de reforma en junio de 2013, a que los republicanos actúen.

 

De acuerdo con una encuesta divulgada por la cadena NBC, 48% de los estadounidenses se opone a que Obama tome medidas unilaterales sobre inmigración, mientras que 38% lo apoya.