Había todo lo necesario para un acto de campaña: una multitud ovacionando, banderas estadounidenses y el presidente manifestando su apoyo a un colega demócrata. Lo único que faltaba era en sí la campaña.

 

Tres días después que el político hispano Julián Castro asumió su cargo como nuevo secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, el presidente Barack Obama hizo una inusual visita el jueves a la colosal sede de hormigón de la agencia para darle la bienvenida a Castro. Con términos elocuentes, Obama demostró admiración por el joven, hasta hace poco alcalde de San Antonio, Texas, a quien los demócratas ya ven como potencial candidato a vicepresidente en 2016.

 

“Es joven, es guapo, habla bien. No pueden abandonarlo”, dijo Obama a los empleados de la agencia de vivienda reunidos para la visita presidencial, quienes rieron y ovacionaron tan sonoramente que el mandatario dijo que eran los “empleados más animados” del gobierno federal.

 

Es inusual que un presidente de personalmente y en público la bienvenida a un nuevo miembro del gabinete. Por lo general, Obama aparece con un candidato en la Casa Blanca y destaca sus credenciales durante el anuncio del personal, luego el nuevo colaborador jura el cargo si es confirmado por el Senado. Castro juró el lunes en una breve ceremonia a puertas cerradas.

 

El capital político de Castro está creciendo rápidamente dado el importante espaldarazo que le dio Obama en 2002, cuando el político de 39 años pronunció el discurso principal de la Convención Nacional Demócrata, donde Obama fue oficialmente nominado a un segundo mandato. En su nuevo cargo, Castro reemplaza a Shaun Donovan, el nuevo director de presupuesto de la Casa Blanca y a quien Obama da el crédito de haber sacado al país de la crisis hipotecaria.

 

El exalcalde de San Antonio aprovechó también la oportunidad para hablar bien de su nuevo jefe.

 

“La historia demostrará muy claramente que cuando una crisis golpeó a nuestra nación, nuestro presidente estaba listo”, dijo Castro.