Escribo esta columna desde Oaxaca: Una mágica ciudad al sur de México. En cuanto pones un pie en este hermoso lugar, todo tipo de planes sin planear, empiezan a suceder: Cómo llegar a la casa de mi buen amigo periodista, Ricardo González “Richo”, quién abre la puerta entusiasmado y adornado de sus dos flamantes galgos, Paris y Hermes para invitarte a degustar el primer mezcal del viaje, en el patio de su vecino, el famoso pintor oaxaqueño, Raúl Herrera. En el patio del artista el trasiego de amigos y conocidos es frecuente. Así es Oaxaca, la ciudad de las puertas abiertas, el lugar donde compartir es un placer.

 

Sin embargo, en estos días la ciudad anda revuelta y no es nuevo. Situaciones políticas como la del conflicto con los profesores del estado, que sigue siendo una asignatura pendiente. Hoy el Gobernador del Estado, Gabino Cué ha anunciado la desaparición del Instituto Estatal de Educación pública de Oaxaca (IEEPO). En su lugar, se creará un nuevo instituto de educación, como un organismo descentralizado, con personalidad jurídica y autonomía de gestión. La Sección 22 perderá entonces el mando absoluto, en el sistema educativo de Oaxaca.

 

Para quién le interese lo que acontece en este lado del mundo, la Sección 22 es un sindicato que aglutina a 80.000 maestros, que dan clases en más de 12.000 escuelas y atienden aproximadamente a 1.200.000 alumnos oaxaqueños, un monstruo educativo. Hace 30 años empezaron a tomar control del IEEPO, adentrándose en los cargos directivos de primer nivel.

 

Han alcanzado tanto poder que controlan hasta el propio gobierno oaxaqueño. En el año 2006 estalló un fuerte conflicto tras una sangrienta lucha que dio la vuelta al mundo. Desde hace 23 años, el 92% de la estructura de personal del Instituto de Educación Pública del Estado de Oaxaca, es sindicalizada lo que ha impedido a los gobiernos estatales  diseñar una eficiente política educativa que favorezca el desarrollo educativo de la entidad. La capacidad de movilización de este sindicato ha superado históricamente los mecanismos de contención y control de los gobiernos estatales. Todo comenzó en 1992, cuando el gobernador priista Heladio Ramírez López, le dio el control de la educación en Oaxaca a la Sección 22.

 

Sin embargo y pese a todo, la vida diaria continua pacíficamente en Oaxaca, o al menos se intenta. El trasiego cultural de esta ciudad de unos 600.000 habitantes es incesante y tan relevante que me atrevería a equipararla con una ciudad como Nueva York, en versión reducida bajo la influencia del artista y mecenas oaxaqueño, Francisco Toledo, entre otros. Esta semana además se celebra la Guelaguetza, un encuentro festivo, donde los diferentes pueblos indígenas, se reúnen para dar a conocer sus bailes tradicionales. Colorido en fiestas y mercados se mezclan esta semana, en la “Feria del Mezcal” y la “Feria del Mole”. Oaxaca es una fiesta siempre, a pesar de los conflictos.

 

Así anda Oaxaca estos días, entre fiestas y conflictos. En el patio del pintor Raúl Herrera, las platicas transcurren en la cotidianidad, se dejan de lado los temas políticos y hasta los festivos, para agradecer y disfrutar de un sencillo hermoso día soleado, entre mezcales y risas.