Cuando hace 10 meses nombraron a Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública, los observadores políticos objetivos e imparciales cuestionaron:

 

¿Qué espera Enrique Peña de Aurelio en tan importante dependencia? ¿Que sea digno sucesor de los brillantes mexicanos que lo antecedieron, como, por ejemplo, José Vasconcelos, Jaime Torres Bodet y Agustín Yáñez? ¿Que logre meter en cintura a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, cosa que no pudieron conseguir en dos años y medio las Secretarías de Gobernación y de Educación Pública? ¿Que utilice el cargo para meterse de lleno a la carrera sucesoria 2018, y se ponga por delante de los secretarios de Gobernación, de Hacienda y ahora también de Desarrollo Social?

 

Hoy, el Presidente, la sociedad y la opinión pública ya se dieron cuenta que no se puede esperar nada del secretario. Para lo único que salió bueno fue para repetir  en cuanto espacio, tribuna, foro, escuela, donde se para, su discurso machacón sobre los aspectos estrictamente políticos de la reforma educativa, que tienen que ver con la disidencia magisterial, cuyo rostro visible, violento y provocador es el de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

 

Lo que ha hecho Aurelio en los 10 meses al frente de la SEP es reducir el tema de la reforma educativa para advertir a los miembros de la CNTE que no habrá negociación para modificar ni una coma de la nueva ley, y que si los maestros acumulan dos faltas consecutivas sin justificación, esos días se les descontarán de su salario, y si las faltas injustificadas son tres, serán cesados del servicio. O sea, la mano dura y la cero tolerancia, que le merecieron elogios.

 

Sin embargo, el secretario se ensoberbeció, creyó que podía darle la puntilla a los maestros disidentes y les quiso aplicar la máxima popular que dice: “Para qué dialogamos si podemos resolver el asunto a trancazos”. Lamentablemente, los trancazos en Oaxaca provocaron media docena de muertos –que se los quieren cargar al maestro Nuño–, lo que obligó al presidente Peña Nieto a pedirle a su secretario de Gobernación que dialogara con la CNTE sin las condiciones ni las frases huecas de “primero las niñas y los niños”.

 

Qué bueno que Gobernación y la CNTE tengan acercamientos para plantear la ruta que lleve a la solución del conflicto, festejó Nuño, porque a mí el diálogo no se me da, quiso decir. ¿Nada más el diálogo?

 

Agenda previa

 

Del 13 al 17 de junio se llevó a cabo la edición 22 del Consejo Intergubernamental del Programa Hidrológico Internacional en la sede de la Unesco, en la que concluyó el período de dos años de David Korenfeld como presidente de dicho organismo. El consejo reconoció que durante su gestión se logró una activa participación en la adopción de los nuevos objetivos del desarrollo sostenible, que se suman a los conocidos como Objetivos del Milenio, y constituyen un gran desafío en la acción global. Por primera vez se crea un objetivo dedicado exclusivamente a los temas del agua y saneamiento, el ODS6.

 

Para aplicar el nuevo objetivo, la ONU estableció el Panel de Alto Nivel del Agua, el cual promoverá que las regiones del mundo garanticen, en los próximos 15 años, la disponibilidad, saneamiento y gestión sostenible del vital líquido. En el panel participaron diversos expertos de diferentes países, entre ellos Korenfeld, como presidente del Programa Hidrológico Internacional, y también como Sherpa con carácter honorífico y no remunerado.