WASHINGTON. Con un total de 16 muertos, Estados Unidos enfrenta un frio polar con sensaciones terminas de menos de 50 grados centígrados, un record en dos décadas. En los estados del centro y norte del país, los servicios meteorológicos prevén que las temperaturas continúen entre los -23 °C y los -29 °C, con mínimas por la noche que alcanzarían alrededor de -34 °C. Peor aún, con vientos soplando en fuertes ráfagas, las sensaciones térmicas podrían descender desde los -45 °C hasta los -51 grados.

 

Las autoridades exhortaron a la población a que permanezcan al abrigo en lugares con calefacción durante los próximos días.

 

Chicago podría batir mañana su récord de temperatura más baja registrada en un día, que fue de -24´C, nivel alcanzado en 1994 y en 1983, recordó The Weather Channel.

 

En Minnesota (norte), las escuelas quedaran cerradas. El gobernador Mark Dayton explicó que “hay que proteger a los niños de las temperaturas peligrosamente frías que están previstas para el lunes”.

 

Los servicios de la gobernación recordaron que la exposición a temperaturas extremadamente frías “puede ser causa de hipotermia o de congelamiento”, lesión que puede provocar necrosis en la piel.

 

“La piel puede congelarse en apenas cinco minutos con sensaciones térmicas de -45°C”, señalaron los servicios meteorológicos de Minneapolis y Saint Paul, las “Ciudades Mellizas” de Minnesota.

 

Las nevadas que cubrieron el noreste de Estados Unidos y el este de Canadá el viernes, perturbando especialmente al transporte aéreo, podrían retornar sobre una vasta zona que iría desde el sur de Mississippi (sur) hasta Ohio (norte), según el servicio meteorológico.

 

En tanto, New Jersey y el estado de Nueva York seguían en estado de emergencia, tras sufrir una intensa caída de nieve, vientos y ola de frío polar, lo que provocó problemas técnicos en aviones y retrasos y cancelaciones de vuelos.

 

Según la página flightaware.com, ayer se produjeron más de seis mil retrasos aéreos y más de dos mil 500 cancelaciones de vuelos, en su mayoría provocadas por el hielo y las fuertes rachas de viento que están haciendo impracticables las pistas de aterrizaje.

 

De hecho, el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy (JFK) de Nueva York, uno de los más grandes del país, tuvo que cerrar durante algunas horas después de que un avión patinase sobre el hielo y se empotrara contra un banco de nieve.

 

Aunque ninguno de los 35 pasajeros que iban a bordo sufrió heridas de gravedad, se suspendió el tráfico aéreo hasta que los operarios limpiaron la pista y esparcieron sal y arena por el resto de las áreas afectadas por las heladas para que no se repitiera el incidente.

 

Esta primera gran tormenta de 2014 ha provocado numerosos accidentes de tráfico y hospitalizaciones por hipotermia. También miles de estadounidenses se quedaron sin luz en sus hogares y centros de trabajo. Las gélidas temperaturas provocaron la rotura de tuberías, lo que desembocó en inundaciones y evacuaciones en tiendas, teatros y hospitales de algunas áreas de Boston.

 

Quien vea las recomendaciones de las autoridades para hacer frente a la tormenta polar podría pensar que por fin ha llegado el fin del mundo. “Lleve estas cosas en el coche”, señalaba una aseguradora en Twitter, “teléfono móvil y cargador, pala, mantas, linterna, reservas de alimentos, agua, botiquín, ropa extra”. La prensa calificaba la situación como el “snowpocalypse”, juego de palabras entre “nieve” y “apocalipsis”.

 

Imágenes de un satélite de la NASA mostraban a Norteamérica cubierta en dos tercios de su territorio completamente de blanco. Y según la CNN habrá unos 140 millones de personas afectadas hasta mediados de la semana que viene.