Que triste había resultado la diferencia de experiencias entre los dos restaurantes, el de Cabo y el de la Ciudad de México, ubicado en Bosques de Duraznos. Sin embargo, finalmente hace unas semanas decidí aventurarme y conocer el nuevo Nick San en el Hotel Marquis Reforma. Y vaya sorpresa que recibí.

 

Es evidente que hicieron una inversión importante para ambientar el lugar. La idea es traer el verdadero Nick San al DF, con todo y chef, Paul Zamudio, que venía de Los Cabos. La comida pasó volando, acompañada de un buen sake japonés. ¡La experiencia fue tan buena que regresé en menos de 10 días!

 

En mi última visita a Los Cabos le platicaba a la gerente del Nick San, de Palmilla, lo triste que resultaba la diferencia de experiencias entre los dos Nick San, el de Cabo y el de la Ciudad de México, ubicado en Bosques de Duraznos. Mientras los primeros son de mis restaurantes favoritos, el de la Ciudad de México se me hace terrible. Ella me dio toda la razón y me dijo que justo habían abierto un nuevo Nick San en el Hotel Marquis Reforma, con la idea de traer el verdadero Nick San al DF, con todo y chef, Paul Zamudio, que venía de Los Cabos.

 

Confieso que el Marquis Reforma, per se, tampoco es uno de mis hoteles favoritos. Cuando lo visito tengo la sensación de estar entrando en una máquina de tiempo que me regresa a los ochentas, con decoración sobrecargada y exagerada. Todavía recuerdo cuando iba de adolescente a desayunar para aprovechar su buffet dominical, que en esa época era de los mejores en la ciudad. No ha cambiado nada desde entonces, lo siento viejo y cansado.

 

Pasaron varios meses y no me animaba a visitar el lugar. Sin embargo, finalmente hace unas semanas decidí aventurarme y conocerlo. Y vaya sorpresa que recibí. Me encantó el lugar, la comida, el servicio y la atención.

 

La decoración es moderna y cuenta con una amplia terraza con jardín vertical. La cocina es abierta y al igual que el Nick San de Palmilla, tiene una barra que rodea la cocina divida por estaciones, una de cocina caliente, otra de témpura y finalmente la de sushi. Es evidente que hicieron una inversión importante para ambientar el lugar.

 

La comida es una verdadera fusión entre la cocina japonesa y los ingredientes mexicanos, por lo que los resultados son muy divertidos y diferentes a lo que esperarías en un restaurante tradicional de sushi. La calidad es de primera, y al platicar con Paul me contó que buscan ofrecer sushi a buen precio sin descuidar la calidad, por lo que la mayoría de sus pescados son nacionales. Todo el pescado que probé estaba delicioso y fresquísimo. Para empezar, pedí unas deliciosas tostadas de atún sobre una tostada de arroz. Si hay un platillo insignia del Nick San de Los Cabos es éste, y lo prepararon a perfección.

 

Después pedí una ensalada de wakame con atún y ajo, un sashimi serranito de pulpo, unos ostiones con salsa ponzu, un tartar de salmón, unos rollos de róbalo con kanikama, tamago (el típico omelet de huevo japonés) con hueva de salmón y una selección de pescados nacionales en sashimi. Para acompañar las piezas me ofrecieron un poco de wasabe especial de la casa, rallado en lugar de la típica pasta. También probé rollos más modernos con curry y papel de arroz. Confieso, no fueron mis favoritos. En lo personal prefiero sabores más limpios que dejen brillar la frescura del pescado.

 

Y finamente témpura, incluyendo unos ostiones témpura. A pesar de no estar en la carta y que era la primera vez que los preparaban, estaban fenomenales. Si tuviera que mejorar algo, sería el arroz, ya que al tomar las piezas invariablemente se deshacían antes de siquiera tocar la salsa de soya. Le comenté esto a Paul y muy honestamente asintió y me comentó que justo estaban trabajando en este punto, ya que por los cambios en la altura de la Ciudad de México, estaban experimentando con nuevas recetas.

 

La comida pasó volando, acompañada de un buen sake japonés. ¡La experiencia fue tan buena que regresé en menos de 10 días! Una vez más disfrute de un pescado fresco y de un arroz que sin duda estaba mejor. Espero que pronto le peguen al clavo en la cuestión del arroz.

 

También me comentaron que estaban cada día ampliando la selección de pescados, por lo que en mi próxima visita tendría más sorpresas. Me encantó ver que se están poniendo las pilas para entender el complejo gusto del defeño, que ha viajado, que come en los mejores lugares de sushi en el mundo y que quiere replicar esas experiencias en la Ciudad de México con todo y el chu toro y el uni. Considero que nuestro paladar es sofisticado y aventurero, por lo que cualquier restaurante que quiera tener éxito en esta gran urbe tiene que entenderlo para sobrevivir. Promete mucho este recién inaugurado lugar y espero que en el tiempo se consolide y siga divirtiéndonos con su fresca propuesta culinaria.

 

Mientras estaba sentada en la barra, vi como preparaban varios platillos para el servicio a huéspedes. Casi me sorprendo a mi misma, cuando pensé lo delicioso que sería quedarme en el hotel para pedir sushi a la habitación. Como dice el dicho, nunca hay que decir que de esta agua no beberé. Es más, de salida, vi de reojo una promoción de las habitaciones y no se veía tan mal. El Nick San del Marquis Reforma, me hizo cambiar de opinión. Hoy sí, en la Ciudad de México se puede comer tan bien como en el Nick San de Cabo.

 

Espero que tengas un maravilloso domingo y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!

 

@anasaldana | ana@anasaldana.com

 

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Nick San Marquis Reforma

Paseo de la Reforma 465

Col. Cuauhtemoc. México, D.F. 06500

Tel: 5229-1200  ext. 4182 y 4183

13:00 a 23:00 de Lunes a Domingo