Las economías latinoamericanas ya no tienen el viento a favor y afrontan unas “nubes negras” en el horizonte que dejan “cero margen de error”, dijo hoy el Banco Mundial (BM) en su informe semestral sobre la región.

 

El cambio de fortuna obedece, fundamentalmente, al giro en la política monetaria estadounidense y a la incertidumbre sobre el proceso de desaceleración económica en China y su potencial impacto en los precios de las materias primas, destacó el BM.

 

“Los mercados emergentes en general y Latinoamérica y el Caribe en particular han sufrido un golpe a raíz de ese (nuevo) escenario”, indicó el BM, que celebra esta semana en Washington su reunión de medio año conjunta con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

El estudio publicado hoy destaca que el crecimiento en los países emergentes experimenta “una desaceleración bastante generalizada” de alrededor de tres puntos porcentuales en comparación con los niveles tras la crisis de 2008 y 2009.

 

Esa tendencia es especialmente acusada en Latinoamérica y el Caribe, que crecerán sólo un 2,3 % este año, según el Banco Mundial, un dato inferior al 2,5 % adelantado este martes por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y muy por debajo del 5 % de los años de bonanza.

 

Además, y dado el actual contexto global, el crecimiento en la región afronta riesgos adicionales a la baja.

 

“Aunque no estamos en el medio de la tormenta, están acumulándose nubes negras en el horizonte”, apunta el informe titulado: “La financiación externa de América Latina ¿Causa de zozobra?”.

 

Pese a ese nuevo escenario, el economista jefe del BM para América Latina, Augusto de la Torre, hizo hincapié hoy en que la región está mejor pertrechada para hacer frente a impactos externos que en el pasado.

 

Eso obedece, fundamentalmente, a que ahora depende menos de los volátiles flujos de capital y del crédito de bancos internacionales y más de la inversión directa y las remesas como herramientas de financiación.

 

Eso permite, según de la Torre, que Latinoamérica sea una región acreedora, que presta al mundo en lugar de pedir prestado.

 

Aun así, el informe hace hincapié en que “el complejo ambiente externo” hace que cobren mayor relevancia las políticas domésticas y deja “cero margen para el error”.

 

“Las heridas auto-infligidas de políticas erróneas pueden ocurrir y serían más costosas en el actual escenario ya que amplificarían los efectos de los choques externos”, indicó el BM.

 

El estudio llama la atención, con todo, sobre la “hetereogeneidad” de la región, en la que conviven situaciones como la de Venezuela, donde, según el BM, se espera para este año una contracción del 1 %, con la de Panamá, con una previsión de un aumento del 7 %, o Perú, con un 5,5 %.

 

Chile y Colombia también siguen superando la media regional, con crecimientos esperados por encima del 3,5 %.

 

Mientras tanto, México y Brasil, las dos mayores economías regionales, afrontan escenarios distintos.

 

En México se espera un repunte de alrededor del 3 %, alimentado por las reformas económicas, mientras que en Brasil el consenso apunta a un crecimiento del 2 % o algo inferior.

 

De la Torre alabó hoy las reformas en marcha en México, que calificó de “impresionantes” y pronosticó que sus efectos positivos se materializarán en 2015.

 

“Hay que tener un poco de paciencia. Tenemos optimismo de que en el 2015 vamos a ver la materialización de los resultados positivos de esta reformas”, dijo el economista.

 

Por lo demás, el BM aconsejó maximizar las ventajas de la inversión directa con vistas a mejorar la productividad.

 

Animó también a los grandes receptores de remesas a adoptar políticas innovadoras que lleven a las personas que las reciben a invertir más en salud, educación y vivienda. EFE