El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) animó de nuevo el Mundial de Fórmula 1 al, primero, igualar este sábado en Spa-Francorchamps el récord de poles (68) de Michael Schumacher, y después llevarse el triunfo en el Gran Premio de Bélgica, la decimosegunda parada de la temporada.

 

Hamilton, de 32 años, no sólo entró en la historia el sábado al igualar una de las legendarias plusmarcas, la de poles de Schumacher, convaleciente aún tras el grave accidente en esquí que sufrió durante diciembre de 2013. Lo hizo, además, a lo grande, batiendo el récord de vuelta en la mítica pista de las Árdenas, la más larga del Mundial, en la que relegó al segundo puesto a Vettel, cuyos cuatro títulos pretende igualar.

 

El excéntrico y espectacular campeón de Stevenage, que ya había sido el más rápido en los entrenamientos libres del viernes, no dejó escapar la oportunidad de emular a Schumacher en una de sus pistas favoritas, en la que hace justo 25 años logró la primera de sus 91 victorias y en la que nadie ha ganado más veces que él (seis).

 

La jornada arrancó con el anuncio de la renovación -por tres temporadas, hasta 2020- de Vettel, cuyo compañero el año próximo será de nuevo el finlandés Kimi Raikkonen, último ganador del Mundial para la Scuderia, en 2007.

 

Pero hasta ahí llegó la fiesta de Ferrari. A partir de entonces comenzó el superlativo festival de Hamilton. El británico llegó a 58 victorias y se pone a sólo siete puntos del liderato del Mundial, tras conquistar por tercera ocasión el Gran Premio belga.

 

Carrera cerrada y fría en un largo circuito donde la lluvia no modificó nada, pero sí la pericia de los pilotos, el apretado inicio dio notables cambios en el Top Ten y luego el coche de seguridad puso a sudar a los punteros. Pero Hamilton supo gestionar sus neumáticos y consiguió un fin de semana redondo; minimizó daños con el segundo puesto y se mantiene a la casa de los Ferrari.

 

Force India volvió a dejar otro dramático momento con la peligrosa batalla de sus dos pilotos, el mexicano Sergio Pérez y el francés Esteban Ocon, que al final echó por tierra todo el trabajo del fin de semana, en un toque entre ambos en el comienzo de la carrera.

 

Checo se disculpa; Ocon, furioso

El mexicano Sergio Checo Pérez ofreció disculpas a su equipo tras los múltiples incidentes que lo llevaron a abandonar el Gran Premio de Bélgica, decimosegunda fecha de la Fórmula 1. En la vuelta 30 protagonizó un contacto con su coequipero, el francés Esteban Ocon, mismo que le dejó sin llanta trasera derecha y le complicó la llegada a pits; tras su regreso a la pista, en la decimotercera posición, sólo pudo concretar 42 de 44 circuitos.

 

Desde la largada, Pérez y su compañero ya se habían tocado, sin mayores consecuencias. Después, el volante azteca hizo un buen trabajo, ganó posiciones en pista, pero durante la vuelta 25 fue llamado a pits para cumplir una sanción de cinco segundos por cortar pista, lo que simultáneamente le sirvió para hacer el undercut a Ocon.

 

Así, en el giro 29, el galo se dirigía a pits y se reincorporaba undécimo, por detrás de Pérez, pero en la siguiente ruta ocurrió el choque de los pilotos Force India.

 

“Pensé que había margen, que íbamos a ir en una línea a Eau Rouge y después me iba a pasar. Creo que no había necesidad de rebasarme en ese momento porque teníamos toda la recta por delante. Pero en fin, es una pena”, indicó el tapatío acerca del choque con su compañero.

 

“Todo me salió mal y así son estos fines de semana. El primer accidente sin duda que fue mi culpa, hay que saber aceptar cuando comentemos errores. El segundo fue de carrera, igual y pudo haber esperado (Esteban) para hacer la maniobra. No había por dónde pasar tampoco. Lo importante es que hay una buena rivalidad, pero sin duda fuimos más agresivos y perjudicamos al equipo”, explicó Pérez.

 

caem