Nos guste o no, y nos desagraden las cosas horribles, horribles que ha dicho Donald Trump sobre México y los mexicanos, el “loquito pata suelta” de la derecha norteamericana podría ganar las elecciones presidenciales de su país, apuntan los observadores políticos objetivos e imparciales.

 

Y si bien es cierto tal vez no fue el mejor momento para extenderle al candidato republicano una invitación para que viniera a “La Nopalera”, lo importante es que el presidente Peña Nieto haya fijado su posición sobre las sandeces que ha expresado Trump, cuando se refiere a México y a los mexicanos.

 

Tal vez para muchos de sus críticos, y también de sus detractores, no sea muy convincente la explicación del Presidente de por qué se reunió con Donald Trump, pero es válida. “El Gobierno mexicano ha observado atentamente y con absoluto respeto el proceso electoral en Estados Unidos. Ambos candidatos tienen la posibilidad de ocupar la Presidencia de los Estados Unidos, y es mi responsabilidad, como mandatario, trabajar con quien resulte electo…”, dijo Peña.

 

“Es importante reunirse con ambos candidatos, pero lo era más aún con el señor Trump, porque hay cosas que él debía saber en voz del Presidente de México, empezando por el sentir de los mexicanos. Es por eso que en nuestro encuentro le hice saber tres cosas. Primero, fui muy claro –en público y en privado– en enfatizar que en México nos sentimos agraviados y dolidos por sus pronunciamientos sobre los mexicanos. Le expresé que merecemos respeto, que somos gente honesta y trabajadora, que valoramos a la familia y la cultura del esfuerzo. México y Estados Unidos somos más que vecinos: somos socios y somos aliados”, agregó el primer mandatario.

 

Y expresó un reclamo: “En sus discursos de campaña, Trump no nos ha tratado ni como socios, ni como aliados, a partir de una visión distorsionada de México y su gente. Por eso era importante hablar con él y aclarar que cualquier colaboración futura para fortalecer la relación entre ambos países debe partir del respeto mutuo…”.

 

Contrariamente a lo que cualquiera hubiera pensado, el “loquito pata suelta” de la izquierda mexicana, o sea, Andrés Manuel López Obrador, salió en defensa del presidente Peña Nieto al declarar, palabras más, palabras menos, que no hay que asustarse por lo que diga de la construcción del muro, ni por las amenazas de que les van a confiscar las remesas a los migrantes mexicanos. “Cuando hay elecciones se dicen muchas cosas, pero cuando se gobierna se hacen otras…”, afirmó el tabasqueño. Que no se rasguen las vestiduras los hipócritas del PAN, empezando por los émulos de la “Familia Burrón”, que nunca alzaron la voz para  defender a los migrantes mexicanos; ni siquiera una notita diplomática. Y en cuanto al Frente Común de todas las fuerzas políticas del país es una vacilada, quiso decir el tabasqueño.

 

¡Así que!

 

Agenda previa

 

El jefe de Gobierno de la “City”, Miguel Ángel Mancera, está realmente preocupado y ocupado en cambiar la mala percepción de la inseguridad entre la ciudadanía, por lo que ha instruido al procurador de Justicia, Rodolfo Ríos Garza, a apretar el paso en materia de combate a la delincuencia para garantizar la seguridad de los ciudadanos. La procuración de justicia no está fallando; el procurador garantiza que va con mano dura.