Corea del Norte condenó ayer las nuevas sanciones en su contra adoptadas por la ONU, las más severas en la historia, y amenazó con causar a Estados Unidos el “dolor más grande” por liderar la medida.

 

“Corea del Norte rechaza categóricamente la última ilegal resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas“, afirmó el embajador norcoreano ante la sede de la ONU en Ginebra, Han Tae-song, en su primera reacción a la Resolución 2375 aprobada la víspera.

 

La resolución, aprobada por unanimidad,fue implementada en respuesta a la bomba de nitrógeno probada el 3 de septiembre pasado por el régimen norcoreano, la más potente prueba nuclear realizada hasta ahora.

 

Durante una Conferencia sobre Desarme celebrada en Ginebra, Han expresó de manera categórica su rechazo a la resolución, propuesta por Estados Unidos, y advirtió con tomar represalias, según un reporte de la agencio surcoreana e noticias Yonhap.

 

El embajador norcoreano afirmó que Washington tomó medidas para una confrontación política, económica y militar, obsesionado con un juego “salvaje” para revertir el desarrollo nuclear norcoreano, “que ya alcanzó su fase final”.

 

Asimismo, añadió que Corea del Norte tomará medidas que “harán sufrir a Estados Unidos el dolor más grande en toda su historia”.

 

La Resolución 2375 incluye la congelación de las importaciones norcoreanas de petróleo crudo en los niveles actuales, de cuatro millones de barriles al año, y el límite en las importaciones de productos refinados del petróleo en dos millones de barriles al año, casi la mitad del nivel actual.

 

Asimismo, prohíbe la exportación de textiles norcoreanos, una de las principales fuentes de ingresos del régimen norcoreano, y restringe el permiso de trabajadores norcoreanos en el extranjero, que generan ingresos de más de 500 millones de dólares anuales.

 

La nueva Resolución del Consejo de Seguridad también prohíbe las importaciones norcoreanas de gas natural licuado y condensado, así como la creación de empresas conjuntas de extranjeros con ciudadanos o entidades norcoreanas, entre otras medidas.

 

En Washington, el presidente de EU, Donald Trump, desestimó las sanciones de la ONU contra Corea del Norte.

 

Aunque la nueva ronda de sanciones fueron calificadas como las más severas dirigidas contra el régimen de Pyongyang debido a sus alcances y su impacto económico, el mandatario las caracterizó como “un paso muy pequeño”.

 

En declaraciones en la Casa Blanca, antes de su reunión bilateral de trabajo con el primer ministro de Malasia, Najib Abdul Razak, Trump agregó que estas sanciones “no son nada en comparación con lo que últimamente tendrá que pasar”.

 

En Unión Europea bogan por diálogo

La jefa del servicio diplomático de la Unión Europea, Federica Mogherini, afirmó ayer que una eventual intervención militar en Corea del Norte sería “inútil y muy peligroso”, pues podría desencadenar un conflicto “de larga escala” y defendió la postura europea de mantener el canal de diálogo.

 

“Las consecuencias (de una guerra) serían totalmente imprevisibles, y seguramente dramáticas para la población de la península coreana, de la región y, muy probablemente, de todo el mundo”, advirtió.

 

En un debate con el pleno del Parlamento Europeo (PE), en Estrabusrgo (Francia), Mogherini incidió en la importancia de que toda la comunidad internacional aplique las nuevas sanciones económicas adoptadas por la ONU; sin emabrgo, la Alta Representante defendió el diálogo con Norcorea.

 

“No hay salida militar para esta crisis. La UE seguirá apostando por abrir una oportunidad política a favor de la desnuclearización en la Península de Corea”, afirmó.

 

caem