El cardenal Norberto Rivera Carrera lamentó que en varias regiones del Continente Americano, la mujer sea todavía objeto de discriminación, abuso sexual e incluso esterilización y aborto.

 

En su tradicional homilía dominical, destacó la obligación de la Iglesia a insistir sobre la dignidad humana, común a todas las personas, y a “denunciar la discriminación, el abuso sexual y la prepotencia masculina como acciones contrarias al plan de Dios”.

 

En particular, añadió, la Iglesia “deplora como abominables la esterilización y el aborto, a veces programados, para las mujeres más pobres y marginadas”.

 

Rivera Carrera precisó que la Iglesia debe seguir el ejemplo de Jesús y comprometerse a intensificar su preocupación por las mujeres y defenderlas “de modo que la sociedad en América ayude más a la vida familiar fundada en el matrimonio, proteja más la maternidad y respete más la dignidad de todas las mujeres”.

 

Se debe ayudar a las mujeres a tomar parte activa y responsable en la vida y misión de la Iglesia, como también se ha de reconocer la necesidad de su sabiduría y cooperación en las tareas directivas de la sociedad, expuso el purpurado.

 

Durante la misa en la Catedral Metropolitana, los fieles oraron por el pueblo de Perú, nación que se ha visto afectada por torrenciales lluvias; por los jóvenes para que se acerquen a la oración, así como por los padres de familia para que cuiden a sus hijos y apoyen a sus esposas.

 

jram