Cambio de orden que obliga a reflexionar sobre lo que buscan en sus entrenadores los tenistas más poderosos de la actualidad.
Visto que sigue creciendo la tendencia a contratar a grandes leyendas retiradas, eso que buscan podría ser, antes que pedagogía o metodología, inspiración y experiencia.

 

Novak Djokovic, quien en los últimos años trabajó con Boris Becker, ha anunciado esta semana que ahora lo hará con Andre Agassi. Andy Murray ha cedido sus controles en los últimos tiempos a personajes como Ivan Lendl o Amelie Mauresmo. Kei Nishikori es orientado por Michael Chang. Rafael Nadal ha dado un golpe de timón integrando a su equipo de preparación a Carlos Moyá. Marin Cilic elevó su potencial de la mano del también croata Goran Ivanisevic. El mismísimo Roger Federer actuó recientemente bajo la guía del ídolo de su niñez, Stefan Edberg.

 

En el tenis, como en el resto de los deportes, siempre se han dado casos de soberbios jugadores que al retirarse entrenan con más o menos éxito. El primer gran tenista de la historia, Bill Tilden, se dio tiempo para entrenar, como también lo realizó la multilaureada Billie Jean King con Martina Navatrilova o Jimmy Connors con Andy Roddick.

 

Sin embargo, lo que antes resultaba excepcional, hoy empieza a convertirse en norma: casi todo jugador del actual top-10 de la ATP ha recurrido a una leyenda en determinado momento de su carrera.

 

El destino quiso que una de las mayores rivalidades en la historia del tenis, se reviviera desde los palcos. Si en los ochenta Stefan Edberg y Boris Becker sacaron fuego a cuanta cancha los vio enfrentarse, en los últimos años se reencontraron, pero uno detrás de Federer y el otro de Djokovic. Insospechado giro, hoy nadie se atreve a descartar que en un futuro no tan lejano vuelvan a ser rivales, quizá como coaches de otros tenistas.

 

¿Qué aporta más a un tenista veterano que pretende resurgir o reforzar su juego? ¿Ciertos consejos de quien antes estuvo ahí, disputando esas mismas glorias bajo idéntica presión y expectativa? ¿O es preferible un especialista que siempre se ha enfocado a entrenar, a analizar curvas de rendimiento, a tejer planes a largo plazo, a cuidar de todo detalle? La respuesta puede estar en las dos opciones, en incorporarlas y mezclarlas; seguramente por ello, quien integra a un Lendel, Edberg, Connors, a su equipo de trabajo, mantiene a bordo a otros individuos expertos en la conducción.

 

Novak Djokovic probará a partir de ahora bajo la batuta de Andre Agassi. Con Boris Becker, el serbio vivió los mejores momentos de su carrera y ocupó con absoluta autoridad el trono mundial. A los treinta años intenta recuperar esa cima y Agassi, personaje motivador, carismático, él mismo resurgido cuando todo en su vida parecía perdido, intentará imprimirle su sello.

 

Twitter/albertolati

 

aarl

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