El Premio Nobel de Química 2017 fue concedido a los científicos Jacques Dubochet, de Suiza, al alemán Joachim Frank, y al británico Richard Henderson, por el desarrollo de la microscopía crioelectrónica, que simplifica y mejora la obtención de imágenes biomoléculares.

 

La Real Academia de Ciencias de Suecia precisó que los galardonados han desarrollado la criomicroscopía electrónica, una técnica que permite observar en alta resolución biomoléculas, un “método que ha llevado a la bioquímica a una nueva era”.

 

Gracias a sus hallazgos, “los científicos pueden ahora producir estructuras tridimensionales de biomoléculas”, lo que significa que se pueden fotografiar con alta resolución, explicó el jurado.

 

Durante mucho tiempo se creyó que los microscopios electrónicos sólo eran adecuados para la obtención de imágenes de materia muerta, porque su potente haz de electrones destruye el material biológico.

 

Sin embargo, en 1990 Henderson logró utilizar un microscopio electrónico para generar una imagen tridimensional de una proteína a resolución atómica, demostrando el potencial de la tecnología, según el comunicado de la academia sueca.

 

Por su parte, Frank logró generalizar las aplicaciones de esta nueva tecnología y desarrolló un método para procesar las imágenes en dos dimensiones y transformarlas en 3D.

 

Dubochet añadió agua al microscopio electrónico (algo que hasta el momento no era posible porque trabaja en el vacío) consiguiendo vitrificar el agua, permitiendo que las biomoléculas conservaran su forma natural incluso en el vacío.

 

Después de estos descubrimientos, los investigadores ahora pueden producir rutinariamente estructuras tridimensionales de biomoléculas.

 

Los ganadores recibirán el próximo 10 de diciembre, coincidiendo con el aniversario de la muerte del fundador de los premios, Alfred Nobel, una medalla de oro, un diploma y un cheque por 1.1 millones de dólares, cantidad que se reparte si hay más de un ganador en la misma categoría.

 

*edición impresa 24 Horas

 

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