La cúpula política entra en redefinición.

 

Ya resolvió la candidatura presidencial y, al menos mediáticamente, presentó con éxito en sociedad al externo José Antonio Meade.

 

Todavía quedan cicatrices por curar con quienes invocaron su raíz priista para aspirar a Los Pinos, pero también repartir otras posiciones.

 

Todo se ajustará con cambios a punto de darse a conocer.

 

Está asegurada la coordinación de la campaña para Aurelio Nuño, hombre de Enrique Peña desde la Presidencia y luego a cargo del cambio educativo, la reforma estelar del sexenio.

 

El mensaje no admite equívocos:

Meade, Luis Videgaray y Aurelio Nuño reciben sin contrapesos el PRI y el futuro de la patria.

 

De ellos, y sólo de ellos, dependerá el éxito.

 

Su misión es retener el poder y luego llevar al país a estadios superiores a lomo de las reformas estructurales.

 

 

EL DESLINDE DE DOS EX PRESIDENCIALES

Amén de la estructura tricolor, están las candidaturas.

 

Y sobre todas, la de la Ciudad de México.

 

Ahí hay un problema:

La semana pasada informamos la negativa de quienes han sido mencionados –Aurelio Nuño por encomienda distinta, José Narro Robles y Enrique de la Madrid– a ser candidatos destinados al fracaso.

 

Bien lo ha dicho De la Madrid públicamente: no puede ir a un cargo menor cuando aspiró a la mayor distinción de un mexicano.

 

Para que no haya duda, Narro Robles aprovechó un fugaz encuentro el domingo en la explanada del PRI para reconvenir al dirigente capitalino, Eruviel Ávila.

 

Varios testigos repiten la frase con exactitud sorprendente, sin duda porque el secretario de Salud utilizó la seriedad del caso y todo su prestigio moral:

-Ni se te ocurra volverme a mencionar como candidato en la Ciudad de México sin mi consentimiento… No soy moneda de cambio.

 

Ante la inminencia de la postulación en aras de ganar el beneficio de la precampaña, Enrique Ochoa promete un candidato fuerte para estar en la lucha por la capital.

 

Pero como dijimos aquí el miércoles, no será un ex aspirante a la candidatura presidencial del PRI.

 

 

¡YA BASTA!, GRITA LA PRENSA NACIONAL

Otro ¡Ya basta! resuena en el país.

 

Casi medio centenar de medios de comunicación –televisión, radio y prensa escrita- piden terminar con la impunidad de quienes atacan y matan periodistas.

 

El sistema de justicia en todas las instancias, sostiene el desplegado, “se ha visto rebasado ante la violencia contra la prensa”.

 

Más:

“Los ataques se siguen sucediendo sin que prácticamente ningún responsable haya respondido ante la ley, lo que retroalimenta los incentivos de violencia e impunidad.

 

“El crimen organizado está cancelando la libre expresión en regiones enteras del país, donde los periodistas ya no sólo son silenciados, sino que se les exige llevar los mensajes a los delincuentes…

 

“Por si fuera poco, es grave que servidores públicos de los tres niveles de gobierno estén entre los agresores”.

 

Los mismos medios se ofrecen a aportar su parte, crear un Grupo de Trabajo con las autoridades y relacionarse más con organismos de derechos humanos e internacionales.

 

En buena hora esta acción colectiva.